Los medios hoy/Camila Cienfuegos

¿Oración por la paz?

¿Acaso la iglesia ha perdido la fe en los gobernantes y pide una oración por la paz, o es que solo se trata de que los católicos pongan de su parte para echarle una mano al gobierno?

¿Estamos jodidos por que dios nos abandonó o porque el gobierno dejó de trabajar?

Resulta curioso el empleo de la cuestión religiosa para conveniencias personales o grupales. Una amiga, oriunda de Arteaga, me decía hace unos cinco años que en su pueblo, muchas mujeres se reunían en la iglesia para rezar por la Tuta. Con mucha fe, las mujeres se unían en oración para pedirle a dios su santa intercesión con el fin de que el infame criminal no cayera en manos de las fuerzas federales que, iban duro contra el criminal pues en ese tiempo estaba fresco el atroz crimen que dejó 12 policías federales muertos y horriblemente expuestos a un costado de la carretera Siglo XXI.

La razón y argumento de pedir por la Tuta era simplemente porque “ayuda a la gente”. El criminal repartía algunos cientos de pesos entre la población y el día de las madres regalaba electrodomésticos justo en la plaza de Arteaga, lo que la ignorancia o complicidad, llevaba a los fieles a mantener cierta alienación fraternal con la entonces cruel Familia Michoacana.

Más recientemente, presuntos católicos de Culiacán convocaron a una misa para dar gracias por la fuga del Chapo del penal del Altiplano, y la razón es la misma: “porque ayuda a la gente”, sin ponerse a pensar que para ayudar a unos, los criminales joden a otros. Desconozco si se realizó la misa.

Este jueves inicia en Michoacán una Jornada de Oración por la Paz, auspiciada –tengo entendido- por “organismos de la sociedad civil” y del cardenalato local, que en voz del sacerdote Rubén Hernández, pretenden orar por un Michoacán “libre del azote de la violencia, del secuestro y del crimen”.

La verdad es que la petición de uno u otro bando confundiría hasta al mismo creador (sarcasmo), especialmente cuando la misma iglesia no define y ataja de manera contundente lo que piensa de quienes oran por los criminales. Yo veo estas jornadas de oración con mucho respeto, aunque no dejo de pensar cuán útiles podrían ser, lo cual me lleva a considerar la teoría de dos posibilidades para tener paz en Michoacán:

UNA: que diosito y la virgencita nos llenen de gracia y nos hagan el milagro de que los malos se hagan buenos y que todos tengan empleo bien pagado, y así, los michoacanos solo conozcan el progreso y la abundancia, o…

DOS: que el gobernador Jara simplemente se ponga a trabajar junto a su equipo de colaboradores, y que nosotros como ciudadanos hagamos lo que nos corresponde.

No deberían confundir al santísimo con peticiones muy antípodas, pues me parece que ya tiene mucha chamba moviendo al universo, y concediéndonos la suficiente inteligencia para que nosotros –se supone- hagamos el resto; cada quien desde su trinchera, unos orando, otros trabajando, aunque más de alguno…nomás mirando.

¿Guerra de periodistas?

Marcos Martínez Soriano, un conductor de un programa de televisión llamado Territorio RCG, de Coahuila, lanzó varios y duros improperios contra los conductores de Televisa Joaquín López Dóriga y Carlos Loret de Mola. El primero no se quedó callado y le respondió vía redes “¿Pendejo? Pendejo tú rancherito coahuilense”, mientras que Carlos Loret fue más sensato con un “Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja grandes momentos de la tv”.

No tendrían por qué enojarse ambos televisos, pues han hecho cosas parecidas con sus similares de TV Azteca.

Tampoco deberían algunos enaltecer al coahuilense, pues resulta mayoritario y en buena medida, una coincidencia generalizada entre los usuarios de redes sociales de ese estado que piensan que Martínez Soriano no es una perita en dulce.

NOTA (y ya sé que les vale gorro): a partir de hoy me declaro formalmente de vacaciones. Prometo enviarles fotos de su servidora por los rumbos donde me encuentre. Por si tenían dudas de mi persona, ahora la conocerán.

¡¡¡Excelente jueves para todooooooooos!!!