Itinerario político
Animalistas al ataque
El movimiento animalista está agarrando vuelo de tal manera que hasta derechos les quieren otorgar a los animalitos, lo que lleva a generar debate de tipo moral, ético, legal y hasta teológico. Yo me quedo con lo que dicen los eruditos del derecho “no es posible otorgarle derechos a un ser que no es capaz de exigirlos”, y ahí entraría en otro debate con los animalistas: “para eso están los humanos, para hacérselos respetar”. Esto sería como un cuento de nunca acabar.
Estoy de acuerdo en tipificar el maltrato animal como un delito, pero eso llevaría a voltear los ojos a otras actividades que implican incluso la eliminación de las corridas de toros, peleas de gallos, jaripeos y ¡hasta la charrería!
Entiendo que el sufrimiento de los animales es innecesario y me resulta incluso absurdo emplearlo para la diversión, pero también entiendo –como lo he dicho antes- que para comer carnitas…un cochinito se tiene que morir.
Tampoco puedo culpar a quienes gustan de las corridas de toros porque fueron expuestos y educados en esa actividad desde temprana edad, y se les ha forjado en la mente de manera cultural como algo positivo. Y ahí está la clave: es cultura, y ésta no puede ser eliminada así nomás, de la noche a la mañana.
Me parece que tampoco el prohibicionismo es la respuesta, sino el cambio paulatino de actitud, de cultura.
Creo que como sociedad aún estamos en una etapa de debate de ideas, en donde los argumentos comienzan a solidificarse; por ejemplo, todas las especies domésticas son producto de manipulaciones genéticas desde tiempos inmemoriales, así que de extinguirse el toro de lidia, no tendrá repercusiones en la vida silvestre, como sí sucedería en caso de desaparecer el Yak salvaje, el Buey almizclero, el Gaur o el Bisonte americano.
De igual forma, el consumo de carne es cultural e incluso necesario. Inclusive, nuestra evolución cerebral se dio a partir de la ingesta de carne, así que el sacrificio animal para la alimentación continuará incluso por décadas.
De un momento a otro esto podría salirse de control. Y no es para menos, a nadie gusta ver cómo se maltrata a los animales solo por diversión. Me parece hay gente que requiere de un psicólogo cuando se les ocurre prenderle fuego a un gatito vivo, y no conforme con ello, lo documenta en video ¡y lo comparte en las redes!
Creo que debemos guardar armonía con los animales, especialmente con los domésticos. También creo que en lugar de brindarles personalidad jurídica, deberíamos mejor obligarnos a brindarles dignidad, tanto para su crianza, alimentación y hasta su sacrificio, si fuera el caso.
No olvidemos que si la ingesta de carne agrandó nuestro cerebro, también debemos recordar que fueron los animales, especialmente los descendientes de los lobos, con quienes socializamos en primerísima instancia. Quizá fueron los perros los que nos sacaron de las cavernas y nos guiaron por el mundo.
Eso es que a los animales domésticos les debemos nuestra permanencia y dominación de la tierra.
¡¡Buen viernes charandero para todooooooooos!!