La opción
Todos contra México.
Dirán que estoy paranoica pero tengo la ligera sospecha que a muchos extranjeros les gusta hablar mal de México, y a los mexicanos nos gusta que hablen mal de nuestra nación, y no solo eso… también nos gusta hablar mal de nuestro país.
Escucho y veo en los noticiarios a presidentes y expresidentes latinoamericanos como Lula da Silva, Fidel Castro, Hugo Chávez, Mújica y Evo Morales con un discurso en común: criticar a México; que si es un estado fallido, que si es un narco-gobierno, que si tenemos mucha criminalidad y demás cosas.
Hoy le tocó al Papa Francisco, formar parte de manera indirecta de esa larga columna de personajes que gustan hablar mal de nuestro país, y seguramente tendrán algo de razón. No sé si el máximo jerarca católico haya quebrantado el protocolo de buenas relaciones entre dos estados como lo son México y el Vaticano, ya que la carta en la que se refiere a la problemática de criminalidad en Argentina como “mexicanización”, la comentó de forma personal en una misiva privada a un legislador de su país, pero lo que a su servidora le duele, no es tanto ese triste calificativo, sino que el guía espiritual de mil 229 millones de católicos en el mundo tenga esa percepción; es decir, que eso es lo que piensa el Papa de nosotros, como malamente nosotros (sobre todo los políticos y muchos periodistas) le llamamos “colombianiazación” al caso mexicano.
Yo sé que muchos dirán “pos si dijo la verdá”…y claro, dijo la verdad, pero la debió haber dicho de otra manera, y no solo como jefe de Estado, sino como el guía espiritual que se supone que es.
Otro caso que se puso de moda, es el multimillonario Donald Trump, que hace un llamado para no hacer negocios en México; dicha afirmación sale a partir de que no le salieron bien algunos negocios, que tuvo problemas con la justicia mexicana y, ahora quiere rematar con tooooooodos los mexicanos, que no hacemos otra cosa que formar parte de su circo Miss Universo.
A todos ellos me gustaría preguntarles una cosa: ¿conocen México? ¿Conocen a toooooodos los mexicanos?
Claro, tampoco se trata de ponerle flores a nuestro país que, dicho sea de paso, no hace mucho, era el gigante de Latinoamérica. No se trata pues de hablar bien de algo que no está bien, y aunque lo dicho por el Papa puede ser verdad (y creo que es verdad), no deja de ser una declaración desafortunada.
ACLARACIÓN
Otro que aparentemente habló mal, no tanto de nuestro país, sino del cineasta Alejandro González Iñárritu, fue el actor Sean Penn, que dijo : “¿quién le dio a este hijo de perra la Green card?” El propio González Iñárritu salió al quite para aclarar que así se lleva con el estadounidense, que fue una broma entre ellos, y la verdad, yo le creo al mexicano.
FLORES PARA MICHOACÁN
Y hablando de gente que quiere que se hable bien de las cosas malas; en algo más local tenemos al gobernador don Chava Jara, que literalmente pide a los medios echar mentiras, es decir: hablar bien de Michoacán. O sea, ok, en un hipotético caso de que todos los medios llegaran a un acuerdo para resaltar las cosas positivas ¿Qué se diría? ¿Qué no hay deuda? ¿Que la abundancia del progreso, empleo y bienestar ya nos llega hasta el pescuezo? ¿No sería acaso inmoral afirmar que todo está bien para atraer inversiones? ¿No sería engañar a los inversionistas que van a arriesgar su dinero en un estado que aún es tierra de nadie? ¿Y saben qué es lo peor de todo? Que cuando don Chava Jara pedía hablar bien de Michoacán, un grupo de presuntos normalistas le incendiaba las puertas de Casa de Gobierno… con total impunidad.
Seguramente el día que haya CERO SECUESTROS y CERO EXTORSIONES, el día que haya muy pocos homicidios y un índice mínimo de robos; el día que la corrupción sea un hecho verdaderamente aislado y severamente castigado, entonces ese día, seguramente los medios lo consignarán.
MONUMENTO A LA INFAMIA
Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la CTM, develó ayer una estatua de casi tres metros de altura, pero no es una estatua cualquiera, no es de Miguel Hidalgo, Morelos o Juárez; la estatua es del propio Joaquín Gamboa. Eso de develar estatuas de sí mismo no es privativo de los políticos de hoy; a muchos políticos mexicanos les ha gustado eternizarse para la posteridad, pero el que más resaltó fue Miguel Alemán, cuyas avenidas principales en Acapulco y Veracruz llevan su nombre; develó una estatua de sí mismo y se plasmó en los timbres postales. Podría decirse que es el primer presidente mirrey o metrosexual, pues se sentía guapo, galán y hasta necesario. ¡que equivocado estaba!
EL MAZINGER
A los que también les gustan los monumentos es al gobierno de Chimalhuacán, quien mandó construir una súper estatua de un guerrero chimalli de 60 metros de altura y de un costo que, a decir de la autoridad municipal, fue de 35 millones de pesos. Esta estatua que hoy emerge soberbia sobre el desierto de miseria que es Chimalhuacán terminó también cuestionado la honorabilidad de un artista de gran calado como Sebastián, cuyas colosales obras se pueden apreciar en todo el mundo.
MIL MANERAS DE MENTIR
Manera de mentir #510. COMER TACOS EN LA CALLE ¡Oh dios, exitante! Sobre todo si acompaña la foto con un texto que diga: “después de una buena jornada de trabajo unos deliciosos tacos”. Pero si se quiere ver todavía más espectacular, diga: “después de una buena jornada de trabajo unos deliciosos tacos a las 3am” ¡de poca!
¡¡Buen miércoles para todoooooooos!!