En tu vida.Los cristianos ponemos toda la confianza en el dinero, los bienes materiales, los hombres. Todo eso nos decepciona en la vida, en la muerte no sirve de nada.

Dejamos que la materia se infle y le damos el lugar de Dios, le dedicamos tiempo, fuerzas, esperanza. No hay lugar para Dios en nuestro corazón, vivimos sin Dios, en él no confiamos, de damos las sobras.

Dios habla.Dios nos creó y nos dio un destino maravilloso: llegar hacer hijos y tener la paz soñada en le herencia más rica que Altozano, Cancún…..

Nos va educando, haciendo crecer, nos confía sus secretos cada día más altos y sabios.

Al mismo tiempo nos va descubriendo su personalidad. Va revelando su rostro y descubriendo su corazón.

Tiene la fidelidad, la ternura, los cuidados de una mamá buena y cariñosa. Es la madre que siente ternura por el hijo de sus entrañas.

Aunque hubiera una madre que se olvidara (del bebé de sus entrañas) yo nunca me olvidaré de ti”.

Por eso, desde muy antiguo los hombres confías en él. Canta el salmo: “sólo en Dios tengo toda mi confianza… de él viene mi salvación y mi gloria… desahoga tu corazón en su presencia”.

 

Para entregarnos su más alta sabiduría y mostrarnos todo su amor, Dios mismo se viene a vivir con nosotros en la persona de Cristo.

Santo nos lo muestra tratando con amor a la gente, enseñando en el Sermón de la Montaña.

Nos descubre el rostro de un Dios totalmente bueno, que cuida de nosotros con delicadeza, tiene toda la riqueza y el poder para que no nos falte nada.

Hay que acercarse a él y no a los hombres que son egoístas, manipuladores, que prometen todo por vanidad y egoísmo.

El drama de los pobres es que se ha alejado de Dios, vive sin Dios, no vive ninguna relación con él, su fe se reduce a cumplir algunas obligaciones, no tiene amor ni confianza.

¡Pobrecitos! No han aprendido que él es el mejor de los papás, en quien se encuentra todo el apoyo, la riqueza, la disposición para ayudar.

Cristo nos invita poderosamente a confiar en Dios, a tenerlo como nuestro Dios, no tener ídolo como el dinero.

No tenemos que preocuparnos por la seguridad material, la primera necesidad del hombre.

Nos muestra como el Papá del cielo cuidad de todas sus criaturas:

Miren las aves del cielo que ni siembran ni consechan ni guardan en graneros, sin embargo el Papá celestial de ustedes las alimenta…”

  “Miren cómo crcen los lirios del campo que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les asegura que ni la agente de altozano y tres Marías ni los artistas ricos se vistió como uno de ellos.

Si Dios cuida así de los pájaros y las florecillas del campo, no hará mucho más con ustedes, gente desconfiada que vive sin Dios.

 

Necesitamos cambiar, acercarnos primero, mucho a Dios, para dejarnos consentir, chiquear, ayudar por el Papá del cielo

Viviremos en la confianza y seguridad. No andaremos con Stress para conseguir la comiga y el vistido. Tendremos tiempo para ir a misa todos los días, a la hora santa, a los grupos de la Palabra de Dios, a la construcción de la capilla para ayudar, daremos grandes cooperaciones de dinero.

 

Vive intensamente.Entra en la vida santa según Cristo. Sal de la misa irradiando dulzura, comprensión, amor. Saluda a la gente que te cae gorda, a tus vecinos, con un deseo de paz.

 

Cristo con nosotros. Aquí está Cristo, con su sabiduría sublime. Te da la fuerza para cumplir su santa ley, te alimenta con su cuerpo y su sangre.

 

 

Para comentar en familia.¿Siquiera vivimos el mandamiento del amor con los hermanos, los papás, la pareja?