La opción
Beneficio de la duda…
“Que como buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a la constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”. José María Morelos y Pavón. (1765 – 1815). Siervo de la Nación.
Este jueves primero de octubre rendirá protesta como Gobernador constitucional de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo. Sólo la circunstancia de que vuelva a ser una administración de 6 años ha generado cualquier cantidad de expectativas entre los ciudadanos.
A la vez, resulta imposible olvidar los pésimos gobiernos emanados del PRD que pasaron por el Solio de Ocampo, iniciadores de la compleja deuda que hoy tiene postrado al estado y forjadores del gran sospechosismo de corrupción y opacidad, que tampoco pudo contener el emanado del PRI, Fausto Vallejo Figueroa, ni el académico, Salvador Jara Guerrero.
Michoacán, pese a su gran riqueza en cualquier cantidad de ámbitos, ha pagado con creces una especie de maldición, que le ha impedido desarrollar sus potencialidades y pese a que ha sido saqueado cualquier cantidad de veces y desde los diversos ámbitos de autoridad, aún respira.
Recuerdos tan elementales como éstos, inhiben la posibilidad de ser optimistas, finalmente el que llegará y quienes le acompañan, en su mayoría, ya han sido parte de las administraciones de los últimos 3 lustros, donde se han padecido los peores momentos en la administración pública estatal. Así que la realidad obliga y facilita ser realista y hasta pesimista.
Y sin embargo, los que habitamos en este hermoso estado de la República Mexicana, estamos obligados a darles el beneficio de la duda a Silvano Aureoles Conejo y su comitiva gubernamental. No tenemos opción y por el contrario, también estamos obligados a colaborar desde nuestras trincheras para que le vaya bien a su administración y por consecuencia, nos vaya mejor a todos.
Aureoles Conejo arribará como Ejecutivo estatal en un momento donde la liga se encuentra estirada por la crisis financiera, los conflictos educativo-magisteriales y la inseguridad que aún prevalece.
Me ha tocado escuchar en varios momentos al todavía Gobernador electo, que quiere hacer las cosas mejor, que pretende trascender y que quiere cortar de tajo círculos viciosos que mantienen a Michoacán como un estado torpe, que avanza a cámara lenta.
Romper con vicios, erradicar la corrupción, rendir cuentas y gobernar desde una caja de cristal, son compromisos que ha manifestado en diversas ocasiones Aureoles Conejo, así que, tomémosle la palabra y retomemos el deber ser, cada cual desde su trinchera.
Sé que resulta complicado, pero no tenemos opción. Finalmente ganó la elección, una mayoría de michoacanos le regaló la oportunidad de demostrar que efectivamente maduró en su paso por el Congreso de la Unión; así que gozará de algunos meses o hasta un par de años de tolerancia social, para demostrar que pese a ser emanado del Partido de la Revolución Democrática, puede hacer un mejor gobierno. Ojalá.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.