Teléfono rojo
Plan Michoacán…
“Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo”… Giuseppe Mazzini. (1805 – 1872). Político italiano.
En su nueva visita a la tierra caliente michoacana, el presidente de México Enrique Peña Nieto, puso en marcha el Hospital Regional de Apatzingán que debió prestar servicio desde octubre del año pasado, como estaba comprometido, según el dicho de las autoridades estatales.
Tarde pero afortunadamente ya es una realidad, ahora lo importante es que esté debidamente equipado con instrumental, medicinas y personal médico.
En semejante evento, el Ejecutivo Federal se volvió a acordar del Plan Michoacán que se puso en marcha en febrero del año pasado con la promesa de aplicar 45 mil 500 millones de pesos, ya etiquetados, es decir, NO extraordinarios, para ejecutar 250 obras y acciones.
Dicho compromiso incluyó transparentar los avances que deberían describir cada obra y acción, lo montos a invertir, los ganadores de las licitaciones, de qué manera impactaría, a cuántos y para cuándo debería estar lista, entre otros detalles.
Total que la página anunciada con singular fervor, efectivamente se puso en marcha con el listado de los avances logrados; pero pese a ser ejemplo de transparencia y compromiso gubernamental, que además entraba en funciones en un momento extraordinariamente complejo de Michoacán por las crisis de inseguridad, ausencia de recursos y el creciente sospechosismo de los malos manejos de los recursos estatales, no pudo tolerar el escrutinio público ni siquiera un año.
Para enero de este 2015, la página empezó a presentar deficiencias, se trababa y ya no estaba actualizada, así que ante semejante escenario, alguien optó por de plano desaparecerla.
Dicha página, con la cual el ciudadano de a pie podría conocer los avances de los compromisos adquiridos por sus autoridades federales y estatales, simplemente se esfumó.
Sin embargo, en cuanta visita realizó el presidente Peña Nieto a Michoacán, de manera sorprendente el entonces comisionado Alfredo Castillo Cervantes, pudo presumir cualquier cantidad de avances, de los que sólo el Ejecutivo Federal y algunos otros privilegiados, pudieron enterarse a detalle.
El esquema no ha variado. Luego de una ausencia del tema Plan Michoacán, Peña Nieto lo ha retomado en su visita, la página que transparentaría los avances ya no existe, pero los dedicados funcionarios federales y estatales, debieron entregar, en lo corto y en exclusiva, un informe a su jefe, pero solo a él, los demás, el resto de los michoacanos, evidentemente no importan.
Seguramente tras conocer los avances, el presidente Enrique Peña Nieto señaló en Apatzingán que “a la fecha, de las 250 acciones que entonces comprometimos, se han cumplido ya 200; 200 compromisos cumplidos entre obras y acciones de ese plan de acción que emprendimos y que anunciamos, precisamente en 2014, para realmente restablecer el orden, la tranquilidad de Michoacán y sobre todo, que la sociedad michoacana tuviera mejores condiciones para alcanzar su propio éxito.”
De ser así, ¿por qué desaparecieron la página?, ¿Por qué sólo el Ejecutivo Federal tiene acceso a dicha información?, ¿Por qué no les es posible cumplir el compromiso más sencillo de transparentar dichos avances a través de las página que ellos mismos comprometieron?
Evidentemente el concepto transparencia se mantiene como un fetiche del discurso vigente de todos los niveles de autoridades, pese a que actualmente la tecnología permite que sea realmente sencillo informar con puntualidad a los ciudadanos sobre cada acción de gobierno.
En poco menos de mes y medio arribará al Solio de Ocampo una nueva administración encabezada por Silvano Aureoles Conejo, quien también ha comprometido, entre otras cosas, transparencia y rendición de cuentas. Ya veremos si es capaz de pasar al terreno de los hechos en esta materia, para facilitar la información a todo ciudadano interesado, respecto las obras y acciones de su gobierno, insisto, cuando la tecnología lo hace más sencillo.
Mientras tanto, veremos si alguna autoridad es capaz de transparentar los avances del Plan Michoacán, donde por cierto existe un Consejo Ciudadano para el seguimiento, mismo que integran personajes michoacanos, preponderantemente del sector empresarial y que casualmente, también son parte del ahora denominado “Acuerdo por Michoacán”.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.