El subsidio para el empleo
¿Patrimonio cultural?
“La sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura”. Friedrich Nietzsche. (1844-1900). Filósofo alemán.
Una vez más los legisladores locales lograron sorprendernos. En medio de la crisis que padece Michoacán en cualquier cantidad de temas, en muchos de los cuales ellos son pieza clave y no han hecho prácticamente nada como en materia de transparencia y rendición de cuentas, tuvieron la ocurrencia de llevar a Patrimonio Cultural Inmaterial de Michoacán a la Tauromaquia.
La definición de semejante título según la UNESCO es “el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad cultural expresada por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su identidad cultural y social”.
El decreto legislativo argumenta que la “fiesta de toros, es una actividad de orden cultural, configurada por la mezcla de dos sociedades distintas, ya que en su confección hubo un intercambio de tradiciones que también ha sido transmitido de generación en generación y por tanto, recreado constantemente por las comunidades y grupos que congenian con esta actividad a pesar de que un bloque social minoritario, no lo comparte”.
Ante semejante argumento, vale destacar el pronunciamiento del líder estatal del Partido Verde Ecologista, Jonathan Sanata González, quien señaló que reciente encuesta de Parametría arrojó que el 70 por ciento de los mexicanos rechaza las corridas de toros… Entonces, ¿a qué minoría se refieren los diputados michoacanos?
El decreto señala también que “desde el punto de vista económico, tres elementos fundamentales intervienen: las ganaderías; los toreros, matadores, novilleros y subalternos; y, las empresas que gestionan plazas de toros. A su alrededor, también intervienen las concesiones de los distintos servicios ajenos a la plaza antes, durante y después del evento; los gastos que turistas u otros ciudadanos realizan en torno al evento, contribuyen a los ingresos de hoteles, restaurantes y bares”.
Sin embargo, los diputados integrantes de la Comisión de Cultura que suscribieron semejante propuesta: Leonardo Guzmán Mares (PRD), Salvador Galván Infante (PRI), Santiago Blanco Nateras (PRI), además de Alfonso Martínez Alcázar (PAN) y Fidel Calderón Torreblanca (PRD), en ningún momento destacan ¿cuántos empleos generan las corridas de toros?, ¿cuál es la derrama económica anual o por corrida?, ¿cuántas se hacen anualmente en todo el estado o si les parecen suficientes las del 30 de septiembre y 2 de noviembre que se realizan cada año?, y que por cierto, alguna vez hasta se han suspendido.
Y en todo caso, si están convencidos de que las corridas de toros reflejan la cultura de los michoacanos, como su danza, música y cocina tradicional, por citar algunos ejemplos, y por lo tanto requiere del respaldo gubernamental a través de presupuestos públicos, como actualmente se destinan a todos los patrimonios culturales del estado:
Ojalá que algún día quede claro qué fue lo que pasó con este asunto, por lo pronto, el tema dio para encontrar cualquier cantidad de incongruencias entre los diferentes partidos políticos.
Los que están a favor del aborto, se manifestaron en contra de la tauromaquia. Los que están a favor de la condena de muerte, en contra del maltrato animal. Los que están en contra del aborto, a favor de las corridas de toros… Y en medio de todo ello, las fracciones parlamentarias que presuntamente defienden una ideología, se dividieron en los votos. ¿Quién los entiende?
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.