Política gourmet
Más deuda…
Con el paso de los días, las aguas de las finanzas estatales parecen tomar su nivel. Por un lado, el propio gobernador del estado Fausto Vallejo Figueroa señaló que el monto extraordinario de los recursos federales anunciados por el Presidente Enrique Peña Nieto, será de unos 10 mil 500 millones de pesos, aunque todavía falta hacer un comparativo con lo presupuestado para obtener una cifra definitiva, como también lo destacó la secretaria de Finanzas, Marcela Figueroa.
Así que no resta más que esperar que sea efectivamente esa la cantidad de los recursos adicionales y no resulte un monto menor como lo calculó el presidente del Colegio de Economistas, Heliodoro Gil Corona, de sólo mil 600 millones de pesos, o de 4 mil 200 millones según el análisis del diputado perredista Fidel Calderón.
En fin, lo que sea es bueno, ayuda y se agradece… Aunque claro, hubiera sido ideal que lo extraordinario fueran los 45 mil 500 millones de pesos, que anunció con cierta trampa el Ejecutivo Federal, en su visita del pasado 4 de febrero.
Y en ese asunto de que las aguas vuelven a su nivel, resulta importante destacar que los recursos adicionales que llegarán de la Federación, por más que son importantes, están muy lejos de resolver de una vez por todas la crisis financiera y falta de liquidez que atraviesa Michoacán, gracias a la gigantesca deuda heredada por los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, más lo que acumule el de Vallejo Figueroa.
Y es que es inminente que crezca la deuda estatal, debido a que Michoacán disminuyó su calificación como entidad sujeta de crédito y se ha mantenido así cuando menos 12 meses seguidos, por lo cual resulta impostergable adoptar las medidas necesarias tendientes a evitar el incumplimiento del contrato de pago de deuda bursátil, que sería de “graves consecuencias para las finanzas públicas del estado, y por ende, para la economía michoacana”, advierte la exposición de motivos del Decreto que el Ejecutivo estatal ha sometido a consideración del Congreso local.
En concreto, la pretensión es una nueva deuda por el neto equivalente al 50 por ciento del saldo insoluto de la emisión bursátil, de la que actualmente se deben unos 4 mil 200 millones de pesos, es decir, unos 2 mil 100 millones de pesos, más comisiones, a pagarse en 35 años.
Esta denominada bursatilización del impuesto a la nómina que contrató el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, el 3 diciembre de 2007, inició con 3 mil 499 millones de pesos, monto que sigue creciendo pese a que se han pagado más de mil millones de pesos en estos más de 6 años. Por cierto, la nueva deuda quedaría garantizada con las participaciones federales.
Cabe destacar que de prosperar la autorización para contratar nueva deuda, ésta no finiquitaría totalmente las emisiones bursátiles, sólo permitiría tener un respiro, evitar pagar el monto total de dicha deuda y tal vez, lograr un crédito menos leonino que el concretado por la dupla Lázaro Cárdenas Batel y Humberto Suárez López.
Sin embargo, bajar el costo del crédito se antoja complicado debido a la calificación que tiene actualmente Michoacán, baste recordar que ni BANOBRAS le ha liberado unos 3 mil 700 millones de pesos a la entidad, hasta que no le cumpla algunos requisitos como adelgazamiento burocrático, mejorar la recaudación y elementos de transparencia.
Por lo pronto, vale celebrar la presencia federal en Michoacán, vale festejar por los posibles 10 mil 500 millones de pesos extraordinarios… pero también, vale ser cautos porque el rescate financiero de Michoacán no ha llegado y lo que es peor, no se aprecia ánimo del Ejecutivo Federal por hacerlo.
Parece que la entidad carece de transparencia y rendición de cuentas, por lo menos del ejercicio fiscal 2011 a la fecha… pero hasta hoy sólo se conoce de la presentación de 20 denuncias penales y una administrativa sin mayores resultados.
Incluso ya en 2013, en su primer Informe de Labores, Vallejo Figueroa advertía que se habían presentado 5 denuncias y que llegarían hasta las últimas consecuencias. Después de todo, fue este gobierno tricolor el que señaló de desaseo, desorden, cochinero y un largo etc., a la administración de Leonel Godoy.
Incluso, a mediados del 2012 la actual administración estatal informó de una deuda heredada por unos 30 mil millones de pesos, más un déficit presupuestal de otros 10 mil millones; de los cuales, en los informes trimestrales el gobierno faustista señaló “afectaciones al erario público” y “daño patrimonial” por hasta 15 mil millones de pesos.
Tal vez por esta ausencia de rendición de cuentas es que la Federación no se ha animado a rescatar de una vez por todas, la crisis que padece Michoacán… Tal vez por ello, parece que el Ejecutivo federal ha conformado un gabinete de representantes, que seguramente, además de vigilar se cumplan los compromisos de Peña Nieto, ejecutarán en directo el monto de recursos adicionales que resulte.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.