Cárceles vacías: retos del Sistema Penal Mexicano
¿Austeridad?
“Lo que pensamos, sabemos o creemos, es finalmente de poca consecuencia. La única cosa de consecuencia es lo que hacemos”… John Ruskin. (1819 – 1900). Escritor británico.
Las condiciones financieras que padece Michoacán ha obligado al gobierno en turno a manejar un discurso con un reiterativo compromiso de austeridad, mismo que todavía no arroja los resultados esperados, por lo menos no en lo que va del presente año.
Para el 2014, el discurso se mantiene. Y es que el paquete fiscal que envió el Ejecutivo al Legislativo proyecta ingresos y egresos por 54 mil 870 millones de pesos; es decir, será menor al del presente año en casi 2 mil millones de pesos. Sin embargo, en términos reales crecerá en 9 mil millones de pesos, toda vez que en el presente ejercicio fiscal se contabilizaron recursos por reestructuración y contratación de deuda en más de 9 mil 500 millones de pesos, que se supone, no habrá más de esa arca el próximo año.
Por ello el insistente discurso del gobernador interino Jesús Reyna García, de que serán austeros, que no contratarán más créditos y que gastarán únicamente lo que se tenga.
Semejante compromiso gusta a los oídos, pero será sumamente complicado de hacer realidad. Para empezar, el presente año, los conocedores han advertido que Michoacán terminará con un déficit de cuando menos 4 mil millones de pesos, sólo considerando a la Secretaría de Educación, que por muchos años, Ejecutivo y Legislativo, gustan de asignarle presupuestos deficitarios.
Para el 2014, una vez más la dependencia educativa tiene proyectados poco más de 17 mil 500 millones de pesos, cuando la realidad ha advertido por años, que requiere cuando menos 21 mil millones de pesos. Así que para hacer realidad el discurso, la autoridad tendrá que acabar con los aviadores, con las plazas dobles y un largo etcétera. De lo contrario, sólo esta dependencia impedirá que se cumplan los buenos deseos de Reyna García.
Otros 2 graves obstáculos en semejante reto, son los poderes Legislativo y Judicial, que gozan de total opacidad. No hay manera de auditarlos, sus presupuestos de Egresos incluso, a diferencia del Ejecutivo, no van desglosados y en caso de que necesiten más recursos, por el motivo que sea, prácticamente obtienen ampliaciones sin mayor problema. Como ejemplo, los diputados se autoaprobaron una ampliación presupuestal superior a los 24 millones de pesos en este año.
La famosa crisis que padece Michoacán y de la que son testigos todos los sectores productivos de la entidad, no se aprecia que afecte a quienes laboran en alguno de los poderes, como tampoco se aprecia en ninguna parte del presupuesto de egresos para el 2014, que los poderes en turno manifiesten intenciones de ser austeros. Un ánimo real de austeridad obliga como mínimo a no pagar la telefonía celular de los funcionarios, a acabar con canonjías como el uso con costo al erario de vehículos de lujo y hasta choferes.
Tendría que leerse en la propuesta de presupuesto la disminución, a su mínima expresión, del uso de viáticos y quitar privilegios como las compensaciones adicionales y extraordinarias que nos cuestan casi mil millones de pesos, sólo por citar un ejemplo.
La intención del gobernador Jesús Reyna García, sin lugar a dudas es buena, en el discurso se oye muy bien, el gran pero, es que en los hechos no se aprecian acciones concretas para que ello suceda.
Lo lamentable es que si todo queda en buenas intenciones, irremediablemente al finalizar el presente año, será necesario contratar más deuda para mantener el barco a flote… Y peor aún, la contratación de nuevos créditos para hacerle frente a un presupuesto deficitario será inevitable también en el 2014.
Ya veremos si más allá de un Código de Ética, pronto los poderes se suman para ser congruentes con la realidad y asumen algunos de los compromisos antes señalados. Ya veremos si pronto la vigente corrupción de cobrar al diezmo a constructores, proveedores y prestadores de servicios se erradica o de menos, deja de ser un comentario tan común, entre los michoacanos afectados.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.