¿La tercera será la vencida?
“Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos”. Alfred Adler. (1870 – 1937). Psicólogo y psiquiatra austriaco.
Con la firma del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien dijo tener instrucciones precisas del Presidente Enrique Peña Nieto de respaldar al estado, así como la del gobernador electo Silvano Aureoles Conejo, del actual, Salvador Jara Guerrero y representantes de organizaciones civiles nacionales y locales, se formalizó un convenio de colaboración denominado: “Agenda por Michoacán”. Que por cierto y para colmo, se firmó en la ciudad de México.
Este es el tercer intento en los últimos cuatro años de la administración estatal, de convocar a representantes de todos los sectores posibles, para intentar otra vez, llevar por el rumbo correcto a todos los michoacanos.
Ojalá que la tercera sea la vencida, porque las dos anteriores registraron deficiencias graves, a grado tal que debe forjarse otro intento, este sí, a un plazo más largo, tratando de ser más incluyentes aunque no todos los sectores se sientan representados y otros, fieles a la costumbre, se sobre representan, como la clase empresarial.
Vale recordar que en la última era gubernamental de Michoacán, la que inicialmente encabezó Fausto Vallejo Figueroa y de manera interina, Jesús Reyna García y actualmente de forma sustituta Salvador Jara Guerrero, se firmó el 29 de agosto del 2013, el “Acuerdo por Michoacán” con prácticamente nulos resultados, a menos que alguien pueda demostrar lo contrario.
Luego, Autodefensas evidenciaron las deplorables condiciones de inseguridad que padecía el estado, pero a la Federación no le resultó trascendente, hasta que cuestionaron al Presidente Peña Nieto en Davo´s Suiza, sólo entonces, obligado, recordó que existía Michoacán, así que mandó a su Comisionado Alfredo Castillo Cervantes.
Pero no sólo eso, el propio Ejecutivo federal, formalizó el “Plan Michoacán” que incluyó las visitas cotidianas de funcionarios de primer nivel, que por cierto, duraron poco.
Semejante anuncio requería, como la misma autoridad federal lo destacó insistentemente, total transparencia para que los 48 mil millones de pesos asignados a Michoacán en el 2014, que NO fueron recursos extraordinarios, se aplicaran debidamente. Por ello y de manera sorprendente, formalizaron una página en la Internet, para que todo ciudadano interesado conociera los avances de ese famoso Plan Michoacán.
Lamentablemente, el gusto duró algunos meses; ante el avance lento reportado en la página, alguien decidió borrarla del mapa.
Pese a la gravedad que en materia de inseguridad, ausencia de recursos y presunciones crecientes de peculado y/o robo de recursos públicos padecía Michoacán, los ciudadanos tuvieron que conformarse con creer en el discurso de los funcionarios, como el del propio Comisionado Castillo Cervantes, que le presumía avances a su jefe, Peña Nieto, pero nadie más los podía conocer y constatar.
Con semejantes antecedentes, se ha firmado ahora una “Agenda por Michoacán”, donde por tercera ocasión está involucrado el secretario de Gobernación, aunque ahora el otro firmante es el gobernador electo de Michoacán, Silvano Aureoles, un poco más de organizaciones sociales locales y con la novedad de las organizaciones nacionales.
Así que insisto, ojalá que ahora sí haya mejores resultados, que sean claros y fáciles de consultar para cualquier ciudadano, especialmente los que no se sientan representados por las organizaciones y poderes firmantes.
Un acuerdo y/o agenda en pro de Michoacán donde participen varios sectores, en primera instancia debe reconocerse como un esfuerzo importante y esperanzador, pero con los fiascos anteriores, donde incluso existen o existieron ciudadanos “representantes” de la sociedad que “vigilarían” dichos esfuerzos, resulta complicado apostarse a plenitud.
Y sin embargo, deseo estar totalmente equivocado, para que ahora sí, se aprecie con plena claridad el interés de la Federación y del futuro gobierno estatal por hacer más y mejor, en beneficio de todos los michoacanos, que aún no pueden sacudirse la inseguridad, la crisis financiera y la falta de oportunidades para su desarrollo.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.