Las niñas y el género/Gerardo A. Herrera Pérez

Las niñas y el género

En México, pero también en muchos países de América Latina, la violencia de género amenaza todos los días la vida y la integridad de las niñas y las adolescentes, de las mujeres jóvenes, adultas y adultas mayores. El abuso sexual, el acoso, el hostigamiento,  el matrimonio a edad temprana, el embarazo adolescente, la violencia obstétrica, feminicidios, las lesiones contra este segmento de población y desapariciones son sólo algunas de las problemáticas resultado de la violencia que se ejerce en su contra; claro, habría que hacer una mención especial para  aquellas mujeres que no siendo biológicas son invisibilizadas y violentados sus derechos humanos, me refiero a la comunidad trans; pero que además cada vez existen casos de niñas y niños que son transgresores del género.

Si bien, hoy tenemos marcos normativos, como la Ley General por los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) federal y la local de Michaocán, incluso tenemos las estructuras operativas para impulsar las políticas públicas, esto debería ser un acicate para mejorar las condiciones de vida de las niñas, pero creo que donde no hemos incidido es en la creación y desarrollo de la conciencia social y respetar  la igualdad de género. Por ello y para ello, me parece que es fundamental avanzar  hacia la igualdad de género desde la infancia; la perspectiva de género en el marco de la armonización que está pendiente realizarse por el Congreso de Michoacán a las leyes locales y acuerdos y bandos municipales, será fundamental para lograr cambios reales en la vida de niñas y adolescentes. Esta será una de las tareas del Presidente de la Comisión Legislativa de los Jóvenes en la LXXIII Legislatura.

Cabe resaltar que distintas organizaciones de la sociedad civil ya están trabajando para posicionar el tema de Niñas y Género ante el Sistema Nacional de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de reciente creación y al mando de nuestro amigo el Lic. Ricardo Bucio, antes presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.

Las organizaciones plantean que “es urgente partir del “Interés Superior de la Niñez” establecido en el artículo 4 constitucional para lograr que las Alertas de Violencia de Género (AVG) que ya se han emitido en distintas entidades y que Michoacán ya la solicito ante la Secretaria de Gobernación, también expresan que sería de utilidad que se  contemplen en sus estrategias acciones claras y medibles para prevenir feminicidios y desapariciones de niñas y adolescentes; como se puede observar el tema no es menor, es de alto impacto y de responsabilidades públicas”.

En este sentido se plantea que se instale  la “Unidad de niñas y género” dentro del Sistema Nacional de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de la  SEGOB; la propuesta es sana  y genera las sinergias de una mayor participación social desde las edades más tempranas, con ello se  busca que  “las nuevas políticas públicas y acciones públicas faciliten la construcción de ciudadanía participativa de las niñas  y las adolescentes en México”; en este sentido en Michoacán tendríamos que estar ya trabajando fuertemente en estos temas que nos obligan a replantearnos por donde debemos ir caminando.

No es de llamar la atención el planteamiento que están buscando posicionar las organizaciones de la sociedad civil, toda vez que han sido estás las que han influido en la construcción de marcos normativos y políticas públicas, por eso aplaudimos que se esté haciendo un llamado como en su momento lo hizo el Lic. Gilberto Rincón Gallardo para impulsar la Convención para los derechos de las personas con discapacidad ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ello permita colocar a las niñas y las adolescentes en el centro de los esfuerzos con iniciativas  para: promover legislaciones y políticas de género en todas las áreas, especialmente para las adolescentes con discapacidad, grupos vulnerables (personas viviendo en condición de calle, privados de su libertad, interdictos), personas marginadas y víctimas del tráfico y la trata; acciones para enfrentar la impunidad generalizada en los casos de violencia física, patrimonial, verbal, psicológica o mental o sexual; además de promover la creación de protocolos para habilitar mecanismos sociales, económicos y políticos para combatir el matrimonio infantil, la venta de niñas, especialmente en comunidades indígenas; mucho por hacer por los actores políticos y sociales, esto no es solo del Gobierno, la sociedad civil debe actuar y fortalecer la política pública para el interés social de las niñas, adolescentes y de las jóvenes.

Me parece, como en otros tantos casos, que la vida no será justa  y tampoco la política pública si es que no se generan las acciones acompañadas de presupuesto que permita fortalecer la política pública.  Pero no es solo eso, requerimos de trabajar para impulsar la creación o desarrollo de la conciencia social de la población en beneficio de este segmento, de las niñas, adolescentes, de las jóvenes. Concluyo expresando la importancia de impulsar trabajos de manera coordinada sociedad civil y autoridades gubernamentales, importante en la construcción de la política pública.