La opción
En el marco del Foro México 2013 organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Cepal, BID y Banco Mundial, el Secretario Ejecutivo de la OCDE José Angel Gurría advirtió que sin una reforma fiscal el Estado mexicano incumplirá compromisos financieros y aunque no fijó plazos, sí hizo énfasis en la necesidad de evitar a toda costa la complacencia y mantener el sentido de urgencia sobre las reformas estructurales pendientes.Efectivamente, el sentido de urgencia con la que se aborden las reformas pendientes es un factor esencial para lograr concretar lo que durante más de una década hemos esperado de la clase política los mexicanos, a fin de ver traducidos en hechos concretos, en el ingreso de los hogares y en el bolsillo de los trabajadores, la estabilidad económica que se vive en el país.Pero, ¿a que se refiere Gurría cundo señala que debemos “evitar a toda costa la complacencia”? Se refiere precisamente a que no podemos ni debemos dormirnos en nuestros laureles y conformarnos con mantener bajas tasas de inflación, elevadas reservas internacionales y tipo de cambio estable. Si bien es cierto que, según el INEGI, durante 2012 se registró una tasa anual de inflación de 3.57 por ciento, la más baja desde el año 2005, y que las reservas internacionales volvieron a alcanzar récord histórico al ubicarse por arriba de los 163 mmdd, lo cierto también es que la crisis que azota a la mayor parte de los países de la Unión Europea y el riesgo recurrente de una nueva recesión en los Estados Unidos nos deben servir como acicate para acelerar los cambios que el país necesita a fin de evitar que en corto plazo estemos sufriendo lo que otras economías más fuertes que la nuestra ya están enfrentado en la actualidad.De ahí la importancia que, más allá del discurso, debe definir el gobierno federal para dar a conocer de una vez por todas en qué cosiste su propuesta de reforma fiscal. Que señale cuáles son los conceptos bajo los cuales pretende hacerse de más ingresos, cuál es el monto de las tasas impositivas que propone, qué repercusiones tendrán esas medidas sobre el ingreso de las personas y de las empresas, sobre todos las pequeñas y medianas, cuáles medidas de racionalidad y austeridad implementará para lograr que el gasto público sea más eficiente, y que diga también con toda claridad cuáles medidas de transparencia y de rendición de cuentas establecerá para garantizar el buen uso y destino de los recursos que se capten derivados de la reforma fiscal.La luna de miel que se respira en el ambiente político del nuevo gobierno debe ser la mejor divisa del bono democrático que no puede desaprovechar Peña Nieto para transformar el país en una nación moderna, con capacidad para crecer y crear más y mejores empleos, mejor remunerados y que todo ello se vea reflejado en mejores niveles y calidad en la educación, en el ingreso de las familias, mejor seguridad y bienestar para todos los mexicanos.