Hablando en serio
* Encinas analiza ser candidato sin el PRD * Enrique Peña y los incómodos de Montiel * Encarte de César Camacho para distraer El escenario mexiquense empezará a definirse este fin de semana pero, contra lo supuesto, no quedará clarificado. Comencemos con la izquierda. El empeño de Andrés López es mantener a Alejandro Encinas como exponente de su movimiento y, como el canoso Santa Clos no tiene personalidad para negarse, está casi amarrado. Irá de candidato por el PT, Convergencia y buena parte del perredismo arrancado a Los Chuchos calderonistas, entiéndase Jesús Ortegay Jesús Zambrano. Como lo adelantó esta columna semanas atrás, la corriente pejista retará a a la ley y al PAN, cuyos directivos y precandidatos están puestos para cuestionar la residencia de Encinas. La creen ganada porque Encinas lleva varios lustros de vivir en la capital y así lo acreditó tanto como jefe de Gobierno del Distrito Federal sustituto del Peje y como candidato a diputado federal en 2009. Es decir, no cumple la antigüedad legal para ser candidato. Hasta donde se sabe, sea por su condición triunfadora o para no engordar el caldo del Peje, el PRI no piensa impugnar la viabilidad deEncinas. Por eso ni criticará ni elogiará el registro de este viernes. COMPROMISOS COLECTIVOS DE UNIDAD Hasta ahora a Enrique Peña Nieto y al PRI las cosas les marchan como reloj de precisión. Ni en 2005 le fue tan bien a Arturo Montiel. Antes de postular a Peña Nieto, Montiel placeó a muchos prospectos y la gente jugó con varios nombres, algunos tan aristocráticos como el empresario Carlos Hank Rohn. O tan incómodos como Isidro Pastor, a quien Montiel dio vuelo, dinero y promoción en calidad de dirigente priísta y al final amenazaba con transformarse en un Frankestein. Montiel lo marginó, pero le costó trabajo. Hoy, en cambio, sólo estuvieron quienes tenían prestigio y currículum legal. Porque nadie ha cuestionado los méritos de Luis Videgaray, Ernesto Nemer, Ricardo Aguilar, Eruviel Avila o Alfredo del Mazo. Ya están autodescartados los dos primeros -Videgaray y Nemer- y semidescartado Aguilar, poseedor de las llaves y los secretos de todas las urnas mexiquenses. Quedan formalmente dos: Avila y Del Mazo. MENSAJE: QUEDAN TRES, NO SOLO DOS Las horas previas de la decisión son de encartes y desencartes. Si bien ya se fueron algunos, para evitar males de último momento se juega con prospectos hasta hoy poco mencionados. Es el caso de César Camacho, gobernador sustituto de Emilio Chuayffet Chemor y quien sin duda tiene el reconocimiento y los afectos de Enrique Peña Nieto. El mensaje es: no quedan dos, sino tres aspirantes. ¿Tiene validez esta inclusión? Desde fuera no se aprecia tanto, pues se le ve simplemente como recurso de distracción. A reserva de corroborarlo, el mensaje para Manuel Camacho, Marcelo Ebrard, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Gustavo Madero y el jefe de todos ellos, Felipe Calderón, es nítido: Mientras ellos hace una consulta sobre su alianza ya acordada, el domingo el PRI tendrá abanderado y se mantiene cohesionado. La pretensión es ganar la nota con el nombre y la unidad. Luego a panistas y perredistas calderonistas les quedará el reto: a ver cómo se ponen de acuerdo para designar un candidato aceptado por ambos bandos. ¿Votarían los perredistas por Luis Felipe Bravo Mena o Ulises Ramírez si Calderón ve derrumbar a su ex secretario particular? ¿O los panistas por un perredista cuyo nombre no encuentran porque Alejandro Encinas dio la espalda a Los Chuchos?