Teléfono rojo
Hasta parecía jugada de distracción.Mientras en Chihuahua Agustín Carstens desgranaba ante los futuros senadores priístas las grandes virtudes de la economía mexicana, en el Distrito Federal los equipos de Enrique Peña y de José Antonio Meade avanzaban en el propósito de tener a la brevedad el paquete económico para 20013, el primer año de la próxima administración federal.Uno y otros coincidían en un dato: cómo aterrizar la solidez de la macroeconomía en los hogares y en la mesa de los mexicanos.–Llevar esos beneficios al bolsillo de los pobres -decía Luis Donaldo Colosio.Con esos propósitos trabajan las dos representaciones, la gubernamental coordinada por el propio Meade -¿mérito para continuar al frente de la Secretaría de Hacienda?- y la del futuro mandatario por Luis Videgaray, artífice de los gastos federales en 2010 y 2011desde la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.Los dos trabajan a despecho de la lentitud del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuya decisión espera la administración fe Felipe Calderón para liberar mil 200 millones de pesos y empezar la entrega de oficinas y de los llamados libros blancos, uno por cada secretaría de Estado, por cada paraestatal, por cada dirección general o titularidad de organismos descentralizados.En materia presupuestaria el camino está trazado: si hay coincidencias para los próximos días, la iniciativa podría presentarse a más tardar el 8 de septiembre bajo la firma del gobierno actual.De lo contrario, se irá más adelante para aprobar el presupuesto de egresos a más tardar el 30 de diciembre, como autoriza la ley para cada inicio de sexenio.Las pláticas tienen un final predestinado: el presupuesto llevará el sello de Peña, marcará el signo del sexenio y no se sorprenda si al menos en la primera etapa corresponderá ejecutarlo al actual secretario de Hacienda, el joven Meade.Así de bien marchan las negociaciones.LO HACENDARIO SUPEDITA LO ENERGETICO Y LO SOCIALLa preparación del gasto para el 2013 reafirma la prioridad de avanzar en la reforma hacendaria.Tal vez a ello se referían el dirigente priísta Pedro Joaquín Coldwell, el coordinador parlamentario Enrique Peña y el senador electo David Penchyna.Dijo Joaquín Coldwell:-Los cambios que el país requiere deben hacerse de manera coordinada entre los poderes Legislativo y Ejecutivo y ello implicará vencer resistencias y debemos superarlas.Reflexionó Penchyna:-No es posible sacar las reformas de un jalón. Es necesario ir por partes y lo primero es la reforma hacendara porque por ella pasan muchas otras.Explicó:Si se quiere decidir el aspecto fiscal para una política gradual, el gasto para usarlo como mecanismo de justicia o la reforma energética a fin de disminuir la dependencia del erario de los hidrocarburos, lo primero debe ser la reforma hacendaria.Otros segmentos priístas se mueven en la misma dirección.Por ejemplo, este día se realizará en Oaxaca la primera reunión de la Comisión de Infraestructura de la Conferencia Nacional de Gobernadores y a ella están convocados al menos ocho mandatarios estatales -el organizador Jorge Herrera, el anfitrión Gabino Cué, Angel Aguirre, Javier Duarte, Andrés Granier, Fernando Ortega, Ivonne Ortega y Roberto Borge- para listar obras indispensables para detonar el crecimiento regional.A este encuentro seguirán cuatro más -Tamaulipas, San Luis Potosí, estro de México y Sonora- donde se tendrá la letanía completa de planteamientos de gobiernos estatales y a los cualesEnrique Peña deberá dar respuesta porque, como él dijo, desde el comienzo su mandato se distinguirá por grandes inversiones para reactivar la economía y fuentes de empleo.EL TRIFE Y LA OPORTUNIDAD DE REORGANIZAR ELPRI-DF1.- En registro de diputados hace dos distinciones, los de elección directa y los plurinominales.Los primeros se registran primero y luego los segundos.El dato es puntual porque ayer el dirigente priísta Pedro Joaquín Coldwell recordó la promesa del candidato vencedor Enrique Peña de reducir la Cámara de Diputados a 400 miembros -cien menos a los actuales- y de Senadores -32 menos- a fin de disminuir los gastos del Poder Legislativo.¿Por qué no desaparecer todos los plurinominales y entonces sí poder hablar de reelección con plena justicia?Simple: porque las burocracias partidistas dominan el Congreso de la Unión y los votos de sus bancadas.2.- Esas mismas burocracias tomarán posesión el 28 de agosto de las oficinas en San Lázaro y Bucareli.Por el PRI lo harán Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, por el PAN Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal, y por el PRD Miguel Barbosa y Silvano Aureoles.3.- La primera decisión será integrar la mesa directiva para el primer período ordinario y sólo hay una decisión asumida por todos: la presidirá el PRI y uno de los suyos -se especula conBeltrones, pero no ha sido costumbre aglutinar la coordinación y la conducción de la Cámara- entregará la banda presidencial a Enrique Peña.Y 4.- la anulación del proceso para elegir dirigente del PRI en el Distrito Federal cayó como anillo al dedo.Ya no hay tiempo para instrumentar un proceso democrático de la noche a la mañana y el propósito de Enrique Peña es utilizar ese margen de tiempo para, por fin, poner orden en ese comité.Eso significaría arrebatarlo a quienes han detentado -y destruido- al PRI capitalino, Beatriz Paredes y Cuauhtémoc de la Torre, dos amados enemigos.