Segundo debate presidencial: ¿Corrupción o transformación?
Según la Real Academia Española, “Interregno” es el “Espacio de tiempo en que un Estado no tiene soberano” y, por extensión, se pudiera decir que aplica al período en que un Estado no tiene quien lo presida o dirija, ello toda vez que en México, según se dice, la soberanía radica en el pueblo, cualquier cosa que esto signifique. Y refiero lo anterior, toda vez que nuestra Constitución establece en el artículo 39: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana —proviene— del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Bueno, ya siguiendo esta línea se puede decir que también el petróleo es nuestro.
Pero, por qué en Michoacán habría ese hueco o vacío de poder, citado como “impasse” este martes por el dirigente estatal del PRD, Víctor Báez Ceja, si por el momento la entidad tiene gobernador interino al frente de las tareas gubernamentales. En efecto, Jesús Reyna ha cumplido en cierta medida con esa responsabilidad, sin embargo, su interinato desde un principio estuvo acotado al término del restablecimiento de la salud del gobernador constitucional Fausto Vallejo y no al mandato constitucional que de manera extraordinaria concluirá en septiembre de 2015. Así las cosas, al gobernador interino no se le ha querido dejar o ver en esa categoría, sino más bien como encargado provisional del despacho. En tal sentido, no ha asumido por completo el poder, ya que, por ejemplo, tendría que haber hecho todos los ajustes en su nuevo equipo de trabajo que no necesariamente tendría que ser el elegido por Fausto Vallejo.
Lo anterior no es cosa menor. Michoacán es foco rojo en la geografía nacional. A la presencia de grupos de autodefensa, de guardias comunitarias y de cárteles del crimen organizado, aunados a la raquítica economía doméstica caracterizada por escasez de oportunidades, ahora se agrega el desastre causado por la suma de los fenómenos meteorológicos Manuel e Ingrid, que requiere de asumir decisiones y llevar a cabo acciones expeditas ante la desgracia de miles de michoacanos que han perdido su patrimonio, sus cosechas, sus medios de subsistencia y ven el futuro con desesperación.
Ya en su artículo “Ominoso Coctel”, Raymundo Rivapalacio alerta sobre los ingredientes que hacen de la catástrofe un asunto de seguridad nacional: pérdida de cosechas, amapola y mariguana, incluidas, eventual ayuda de los cárteles a los damnificados, con lo que pudieran fortalecer su arraigo social y explotar el descontento social ante las instituciones.
Así pues, los problemas del estado demandan de un gobernador de 24 horas con todo el poder que le confieren las leyes para cumplir a cabalidad la responsabilidad que tiene ante la sociedad michoacana en el marco de las difíciles circunstancias en que hoy nos debatimos. Gobernador constitucional o interino, pero de tiempo completo y con todo el poder es la urgencia de los michoacanos. Ojalá y la clase política se ponga de acuerdo y decida pronto poniendo a Michoacán por encima de intereses personales, de grupo o partido, por el bien de todos. No esperamos menos.