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LOS POLÍTICOS, EN LO $UYO

Vive el país una de las peores tragedias de su historia reciente… y los partidos políticos, como siempre ajenos a la lastimosa realidad de la gente, ya propusieron formalmente una nueva reforma política que, claro, les dé más recursos pecuniarios, más posiciones, más prebendas. El pueblo, mientras tanto, ¡que se chingue! Que pierda a sus seres queridos en inundaciones y deslaves, su morada, sus escasas propiedades.

Cuidar de ello, mitigarlo o solucionarlo no es tarea de los partidos, pues. Su fin es la búsqueda del poder, alcanzar el dinero público para hacer negocios privados, tener mesnadas de lambiscones que sigan al personaje de moda. No a una idea, menos a una ideología.

Y es así que en las agendas del PAN y del PRD el primer lugar lo ocupa la enésima, la trianualmente tradicional modificación del Cofipe a su favor, y no en beneficio de los electores.

¿Qué hay más importante que eso en estos momentos? ¿Qué es más rentable que adecuar la normatividad a los fines partidistas y de sus dirigentes?

Para Gustavo Madero, para “Los Chuchos” personificados en Jesús Zambrano, para los paniaguados de ambos, lo primordial es obtener más canonjías, reelección, dos chances de ganar elecciones presidenciales… Y, claro, dinero, dinero y más dinero de nosotros los contribuyentes a los bolsillos de los jerarcas partidistas.

¿Para qué, si como se lee en una proclama que se ha hecho circular entre rectores de universidades europeas, en México “la democracia está muerta y enterrada por los políticos, los partidos vividores de la impunidad y la corrupción”, con lo que concordamos muchos electores frustrados que usamos nuestra credencial del IFE sólo como identificación.

Subversiva en su tono, razonable en sus planteamientos, la proclama llegada a mi buzón se intitula “Muerte a los Malos Políticos Mexicanos” (los de las dos última décadas, precisan), a quienes responsabilizan –como lo hacemos los mexicanos informados—“de 100 mil muertos, más de 10 mil extranjeros desparecidos y otros tantos de nosotros, 20 millones de víctimas en los últimos 12 años. ¡Tienes el control! Haz Patria mata un político. Que se mueran los que robaron el futuro a nuestros hijos.

“Eliminemos a políticos de primer nivel federal y estatal. Este cáncer necesita cirugía, noche de cuchillos largos porque se cubren, se clonan, reproducen en coaliciones. Con Peña, México está peor. La carestía de productos está en auge. El desempleo asciende. La inseguridad y la violencia no ceden. La confianza se desmorona. La actividad económica del país en retroceso. Supeditado a poderes fácticos y extranjeros. La oposición del PAN y PRD con pacto no existe. EPN tiene vía libre a la manipulación y ocultamiento. Ningunea al Congreso. Para opositores cárcel o asesinato…”

Excepto el llamado a la muerte de los políticos, todo lo demás es plausible.

PROCLAMA SOCIAL

El descontento popular, en efecto, está al alza. Los políticos –no hay que matarlos, hay que conminarlos a que tomen el camino de la rectitud y obediencia a las leyes– están sólo en lo suyo. Hablan sólo de los problemas de los políticos. Los políticos sólo buscan soluciones para los problemas de los políticos.

Es por tal que la proclama a la que hago referencia líneas arriba propone:

“Cambio del modelo liberal entregado al capital internacional y centrado en el consumo.

“Elecciones presidenciales y estatales validadas si vota al menos dos terceras partes del padrón.

“Segunda vuelta a ejecutivos estatales y federal, con candidatos que hayan tenido al menos un tercio de votos.

“Sólo partidos con más 5% de votación federal.

“Eliminar el Senado. No nos representa: un solo Congreso nacional de 400 integrantes.

“Reelección una sola vez en periodo de 5 años a representantes, cero plurinominales, sin fuero, sesionen 10 meses al año.

“Revocación de mandato al Ejecutivo Federal por consulta popular.

“Candidatos ciudadanos, plebiscito.

“No reelección en el Poder Ejecutivo. La gran corrupción esté en este poder.

“No a pensiones vitalicias a políticos, eliminación de sus privilegios: que sus hijos vayan a escuelas públicas, la familia use los servicios de salud pública.

“Bajar sueldos de alcaldes.

“Eliminar coches y tarjetas de crédito oficiales y poner en la calle los cargos de confianza.

“Eliminar diplomáticos:. un embajador y un cónsul por país.

“Rebajar 70% las partidas transferencias a sindicatos, partidos políticos, fundaciones opacas y varios.

“Gobernadores de 4 años.

“Reducir sueldo de funcionarios.

“Control a la banca y banqueros. Limpiar el banco central, la Secretaria de Hacienda.

“Redistritación nacional. Reubicar 800 municipios insolventes.

“Restauración ecológica, eliminar minería, proyectos turísticos y habitacionales, agro-tóxicos y cultivos transgénicos depredadores.

“Ciudadanizar instituciones. Autogestión civil en agua, energía, alimentos, información, cultura.

“Retiro de las fuerzas armadas de las tareas de seguridad pública.

“Creación de un organismo nacional contra la corrupción.

“Supresión de exenciones y privilegios fiscales.

“Autonomía del ministerio público. Depuración de jueces.

“Un solo sistema de seguridad social universal.

“Un solo organismo electoral nacional.

“Reformar los sindicatos públicos.

“Mayor control del federalismo, fin a los feudos de virreyes estatales. “Rendición federal de cuentas de los gobiernos estatales.

“Libertad de expresión irrestricta.

“Evaluación trimestral a la burocracia.”

Y al final, la consigna:

“Otra Constitución, Nueva República. Mueran malos políticos de dos décadas acá. Eliminemos de raíz el mal: la clase política.”

¿Usted qué piensa de esto? No hay matarlos, ¿verdad?

Índice Flamígero: “No podemos ni debemos apoyar una iniciativa político-electoral que obedece más a la negociación política en el Pacto por México, que a todas luces no va de acuerdo con los intereses de la sociedad y que, por lo tanto, no tiene el respaldo de los mexicanos”, dijo el secretario general del PRD en el DF, Enrique Vargas Anaya. Cada vez más, “Los Chuchos” pierden legitimidad ante su menguada membrecía. Si no tienen consenso entre los suyos, ¿cómo esperan el nuestro?

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