Números de escándalo
“Modelo mexicano, estructura”
Uruapan, Michoacán, 6 de julio del 2013
La pregunta de Mauro Salazar fue directa: ¿Cómo operaría el modelo de Agroindustrias Estatales en los municipios?…
El 25 de junio publiqué: “En México necesitamos una propuesta como Agroindustrias Estatales, con énfasis en la capacitación de los pobres para que produzcan sus alimentos, educación para que recuperen la dignidad de hombres libres y que ataque, con un enfoque nacionalista y comunitario, las estructuras de los mercados y la distribución de alimentos, mediante la organización inteligente, la construcción de mercados locales y regionales, y las alianzas con migrantes para exportar.”…
No tengo dudas, el modelo propuesto debe operar estatalmente en coordinación con la federación. Con los municipios se coordinarán las estrategias y las decisiones finales de lugar y giro de cada Agroindustria Estatal que se construya, pero estos proyectos, cuya fuerza está en la unidad y estandarización de cuestiones como calidad y servicio; no se pueden fraccionar. Tampoco es negociable el segmentar municipalmente la comercialización y distribución de productos, fuerza del proyecto que permitirá a las Agroindustrias Estatales el competir contra empresas trasnacionales y globalizadas…
Divide y vencerás; hoy, más que nunca, esta frase es cierta, así vemos la incapacidad de las policías municipales para enfrentar al crimen organizado, que además de organizado, está estructurado en forma regional con cobertura que rebasa las fronteras municipales y estatales; como vemos la “inutilidad” de poner a pequeñas empresas o proyectos productivos a competir contra los grandes consorcios; en otras palabras ¡El comercio no es diferente a la seguridad!, hoy, quienes quieran competir en este mundo globalizado tendrán que enfrentar a empresas cuya organización y estructura no solo rebasa municipios y estados, sino rebasa las fronteras de países enteros,… como son el caso de las trasnacionales (por eso se les llama así): WalMart, Chiquita, Missión Produce, Calavo, Del Monte, etc. y tantas empresas que, con estructuras y operaciones internacionales, se apropian de mercados de proveedores en una primera etapa, para luego apoderarse de mercados de compradores y así eliminan competidores. En este escenario la lucha es a muerte; o te preparas y organizas con la fuerza necesaria, económica y organizativa para competir con volumen y diversidad de productos: con calidad, precio y servicio, o mueres.
Más del 80% de los proyectos apoyados con los programas asistenciales y de desarrollo social y económico ¡Fracasan!… ¿Qué parte del “fracasan” no hemos entendido?… En otras palabras: ¿Cuándo vamos a entender que: si hacemos lo mismo, pos va a resultar lo mismo?… México está en crisis y ya no va a aguantar mucho tirando dinero a la basura con proyectos fallidos. Día con día vemos la dependencia política y económica y no tardaremos en ver la dependencia alimentaria si no hacemos algo ¡Ya!… Hoy México y el mundo necesitan un modelo socioeconómico alternativo que privilegie el humanismo, permita acceder a una vida digna con un trabajo de ocho horas y garantice una alimentación sana y suficiente; para ello es necesaria la transformación agroindustrial del la república, soportada por un programa complementario de educación orientado a la inclusión, a la formación humana y a la capacitación técnica como estrategia para el desarrollo social, la autosuficiencia alimentaria y el combate a la pobreza a través de la organización comunitaria con orientación hacia un modelo de Economía Solidaria, dentro de un mundo globalizado… ¡Ese es el objetivo!
Este modelo, al que llamo Agroindustrias Estatales, está diseñado para usufructuar en forma sustentable los recursos naturales de cada comunidad y región, con la intención de alcanzar el desarrollo integral y de incorporar a todo aquel que quiera trabajar en un modelo que a través de una justa distribución de la riqueza (de la ganancia), permita el acceso a una vida digna en donde cada ciudadano libre sea dueño de su destino a través del fruto de su trabajo.
Lo planteado no es posible si el modelo se fracciona por municipios, menos, si permitimos que la politiquería y los intereses de grupos y caciques le invadan, de manera tal que, el camino propuesto para lograr el éxito es la organización estatal “inteligente” orientada a la formación y capacitación humana, para que a través del trabajo organizado, poniendo a disposición de pobres y grupos marginados, tecnología y bienes de capital para la producción, podamos cambiar el modelo neoliberal, hoy excluyente, por un modelo humanista incluyente que dé fuerza a México para lograr la soberanía alimentaria y la capacidad de competir, con ventaja, en este mundo globalizado… ¡Así de sencillo!
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador