La opción
Sexycam moment
Los escándalos están a la orden del día. El que más me sorprende es Oceanografía. Básicamente se chingaron a Banamex, la cual es una empresa de capital privado. Osea ¿cómo? O los de Banamex son muy inocentes o fue un trabajo interno. En pocas palabras empresa privada no es sinónimo de eficacia o transparencia. Por eso aquellos de la inversión privada en Pemex, que no privatización, no termina de convencer a muchos.
Pero continuando con los escándalos también tenemos la noticia de los aviadores magisteriales. Bueno, ni tan escándalo, eso ya lo sabíamos. La noticia apesta de vieja, lo interesante es que ya se le puso cifra: unos 39 mil parásitos más otros 30 mil comisionados en actividades que no incluyen estar frente a grupo. La pura buena vida. Con razón brincan a la primera de cambio los profes.
Luego la línea doce del metro capitalino. Un marranero que no se termina de comprender, una mancha en lo que algunos consideraban una administración decente. Pero hasta la izquierda se encuentra sucia de suciedad. ¿Será pues que esa sea la verdadera naturaleza de la política? ¿Habrá una sola obra pública en el país que no sea un cochinero financiero?
Ya entrados en la bizarrez, y como si las cosas no estuvieran lo suficientemente enfermas, Cuauhtémoc Gutierrez, ex-presidente del PRI defeño, ha sido acusado de manejar una red de prostitución con fondos partidistas en instalaciones partidistas. Mientras se deslindan responsabilidades, sucedió lo inesperado: que me lo defenestran. A falta de actividad política, debido a la predominancia perredista en la capital, pues el nene tenía que ocuparse de algo. Que mejor que volver el partido un burdel. Calígula estaría orgulloso.
Aun hay quien extraña los viejos tiempos romanos, cuando están más vivos que nunca. Como buenos kafkianos, sin embargo, dudo que esto pase de la indignación del momento.
¿Pa’ eso quiere Peña Nieto recaudar más impuestos? Que no me la peine.