Es mi opinión/Gladis León

Transición: promesas vs realidad

No hay plazo que no se cumpla. Se acabó el tiempo de las promesas y las campañas; los candidatos electos están a punto de recibir la administración por la que contendieron y deberán comenzar a trabajar para demostrar a los ciudadanos que aquello que dijeron es aplicable y viable durante lo que será su gestión.

Fueron 9 los estados que eligieron gobernador;Sonora, Baja California Sur, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Colima, Michoacán, Guerrero y Campeche. Algunos de ellos cambiarán el color de su gobierno, otros más refrendaron la confianza al candidato del partido político que ya gobernaba y sólo uno más, se aventuró a elegir un candidato ciudadano.

Recibir de parte de la administración saliente los avances y problemáticas de su estado, será el reto al que tendrán que enfrentarse todos ellos. El cambio administrativo deberá trabajarse para lograr un gobierno de transición y no un gobierno de traspaso, en el que la diferencia tendrá que solidificarse en el conocimiento pleno de las estructuras y no en el simple paso del poder de mano en mano.

Los gobernadores electos ya han nombrado a quienes serán sus representantes en esta etapa de suma importancia,más aún si se reciben gobiernos que han dejado devastada a la sociedad con sucesos de violencia, corrupción, debilidad de las instituciones e inestabilidad económica, y que tristemente categorizaremos como “casos severos”, pues ninguno se salva de padecerlos.

Hay que conocer a fondo a los elegidos por los futuros gobernantes para llevar a cabo este cometido, pues mientras Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, candidato independiente que en un bastión tan importante como Nuevo León, metió sendo revés a los partidos políticos, anunció que reclutará voluntarios ciudadanos para que participen en esta etapa; Claudia Pavlovich en Sonora,se rodeó de personajes más conocidos, entre ellos ex funcionarios y ex candidatos.

Casos difíciles serán los de Michoacán y Guerrero, que no haríamos mal en recordar, recibieron a nuevos gobernantes en medio de administraciones ineficaces y con relaciones dudosas, por lo que a Silvano Aureoles y Héctor Astudillo, no les queda más que abrir bien los ojos ante lo que será un proceso de transición difícil y en el que seguramente, no todo estará claro.

La primera tarea para los nueve gobernadores electos se torna difícil, ante la misión de conocer y desmitificar lo dicho por la administración que está por salir, pero también, ante la dura labor de reconocer si las condiciones son óptimas para sostener sus compromisos y la esperanza que suelen atraer los cambios políticos. Mientras tanto, los ciudadanos seguimos a la expectativa. Es mi opinión…