Libros de ayer y hoy
Recién se informó por las autoridades de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo que se volverían a cobrar inscripciones y reinscripciones, los estudiantes de esa casa de estudios protestaron por la violación al artículo 138 de la Constitución local, iniciando una serie de protestas utilizando la frase “no falta dinero, ¡sobra corrupción!”
Las palabras de los universitarios no son huecas, tienen sustento en hechos que durante los últimos años se han hecho públicos en Michoacán. Parece ser que el gobernador del Estado de manera recurrente se equivoca en la selección de sus colaboradores, no se allega precisamente de personas del todo honestas, pareciera que tiene dificultades para encontrar perfiles adecuados.
Como olvidar la acusación que le hiciera hace tres años el PAN y el PRD al Ayuntamiento de Morelia que en ese momento encabezaba el actual gobernador, respecto de “las luminarias” que se adquirieron a un sobreprecio a una Sofol (parafinanciera) cuyo objeto no era la fabricación y venta de esos productos, pero que cobró por sus servicios cerca de 15 millones de pesos que se sumaron a los 100 millones del inflado costo total del producto el cual no se instaló, asunto el cual por cierto el contralor municipal del momento y actual contralor estatal ignoró.
Hace un par de días se hizo público que la Auditoria Superior de la Federación denunció penalmente al gobierno del Estado por desvío de recursos por la cantidad de 2,661 millones de pesos. En comparación con la última auditoría realizada al gobierno de Leonel Godoy, hubo un aumento del 300% de las observaciones en el gobierno actual. Más aun, las observaciones coinciden con los resultados presentados por la Auditoria Superior de Michoacán y las cuales han sido fustigadas por los diputados locales del PRI.
El resultado de la auditoria federal deja evidencia del gran desaseo que prevalece en la administración vallejista; pero además se exhibe que Michoacán es la segunda entidad con mayores irregularidades en el manejo de recursos federales, lo que explica la desconfianza de Peña al gobierno de Vallejo y al priismo michoacano, por ello enviará o designará un subsecretario en la secretaría de Finanzas estatal para que se encargue de la administración de los recursos federales, lo que explica también los relevos en las delegaciones federales que eran ocupadas por vallejistas.
Las irregularidades no paran, hoy se dio a conocer en la agencia Quadratin, que varios empresarios acusaron al CADPE, (Comité de Adquisiciones del Poder Ejecutivo) de realizar licitaciones irregulares y tramposas para declararlas desiertas y asignar directamente los contratos, evidenciándose también que esa es una práctica común en esa dependencia estatal y que las impugnaciones son recurrentes.
Esta nueva denuncia se suma a la hecha hace poco más de un mes donde se presentaron unos audios en los que se evidencia presuntamente a funcionarios estatales coludidos con empresarios para favorecer a estos últimos en la adquisición de medicinas. A ello sumemos las irregularidades del Zoológico o la Comisión de Ferias de la que se presume en dos años no licitó ninguna obra o adquisición, así como las que falten por hacerse públicas.
Las irregularidades del actual gobierno poco a poco son desnudadas, por lo que el titular del Ejecutivo deberá tomar medidas extremas. Está demostrado que integrantes de su equipo no son honestos, esperemos no los quieran premiar con diputaciones locales o federales para protegerlos como ya sucedió en el pasado. Por el momento lo único que podemos afirmar, es que los estudiantes de la casa de Hidalgo tienen razón, en Michoacán “no falta dinero ¡sobra corrupción!”