El petróleo ¿y la austeridad?

Ya tenemos cifras del valor de las exportaciones petroleras para el primer mes de 2015. La verdad son malas y preocupantes las noticias ya que el valor de las exportaciones petroleras en el primer mes del año disminuyeron 47.3 por ciento, lo que representó la peor caída en los últimos seis años. El valor de las exportaciones fue de dos mil 16 millones de dólares provenientes de la venta de mil 261 millones de barriles de petróleo.

 

Si bien hubo un incremento en el porcentaje de barriles exportados, 7.7 por ciento, la caída en el precio internacional del petróleo explica la disminución de los ingresos petroleros. Uno de los efectos que tiene una baja de esta magnitud es, en primer lugar, el desajuste en la balanza comercial del país ya que para enero se registró un déficit de 3 mil 248 millones de dólares, cuando en diciembre pasado el déficit había sido de 105 millones de dólares. Derivado de lo anterior, otro indicador que se mueve es el que da cuenta del total de las exportaciones de nuestro país ya que registró una contracción del 3.7 por ciento.

 

El principal problema de esta caída en los ingresos petroleros se verá reflejado en las finanzas públicas nacionales ya que tres de cada diez pesos que gasta el gobierno provienen de la venta del petróleo. Otra forma de puntualizar la importancia de los ingresos petroleros sería equiparar el total de lo que se venia obteniendo por la venta del petróleo con lo que se recauda por la vía de los impuestos. Es decir, en 2014 los ingresos petroleros que obtuvimos por la venta de petróleo al extranjero fue equivalente al 78 por ciento de lo que se recaudó en todo el año por la vía del Impuesto Sobre la Renta que pagaron todas las empresas y personas físicas del país, o bien el 28 por ciento de lo que se recaudó por la vía del Impuesto al Valor Agregado, IVA.

 

Evidentemente, esta caída de los recursos petroleros afectará la actividad de gobierno. En 2015 habrá menos dinero para la educación de nuestros hijos, para la salud, seguridad y el desarrollo social de los mexicanos. Desde hace ya algún tiempo se planteó que no estaba muy lejos el día en que los ingresos petroleros de México cayeran ya sea por una disminución en la producción de petróleo o ya fuera por una reducción en el precio del mismo. Pues así fue sucedió lo segundo y de acuerdo a los analistas internacionales, el precio del petróleo tardará mucho tiempo en volver a subir. No se quiso actuar en su momento para que cuando llegara ese funesto día se causaran los mínimos problemas tanto a las finanzas como a la factibilidad financiera de las principales políticas públicas del gobierno. Hoy toca remar contra la corriente, hoy toca hacer recortes presupuestales que significarán más desempleo y menos desarrollo. Ante esta situación, hay algo que todavía puede hacer este gobierno y que hasta el momento no lo ha hecho: presentar un programa de severa austeridad para todos los niveles de gobierno. Es lo justo, ¿no?