En Tanhuato, como en Tlatlaya, el saldo fue favorable a las fuerzas del Estado.

Esperanzadora, cuando menos, es la eficacia de las fuerzas federales.

En Monterrey, siendo Comandante Supremo Felipe Calderón, se dio un enfrentamiento con el ejército; ¿resultado?: dos estudiantes del TEC de Monterrey, desarmados, quedaron muertos, bajas del ejército: cero. En adición, las cámaras de seguridad del TEC de Monterrey fueron robadas por los soldados; nunca se concluyó la investigación, no hubo responsables y Felipe, al igual que sus contlapaches de la Defensa Nacional y los militares asesinos, se pasean con la conciencia tranquila por todos lados. ¿Qué pasó con los partes de guerra y reportes que ubican que soldados, nombres y rangos estaban en ese operativo?: nadie sabe, nadie supo…

Tlatlaya, 22 asesinados, bajas del ejército: cero. No creo que merezca más comentario, excepto que hoy, el Comandante Supremo Enrique Peña Nieto y el Secretario de la Defensa, responsable (o inútil), el General Cienfuegos, siguen en la nómina y felices como lombrices.

Ayotzinapa, 43 desaparecidos y algunos muertos. Bajas en la policía: cero. El exgobernador Ángel Aguirre libre como se acostumbra en México ¿Y el ejército?, sí, el que “negoció los terrenos de Plaza Tamarindos, propiedad de Abarca el Alcalde asesino protegido y promovido por el PRD, pues dicen que no fueron requeridos en esta ocasión ¿Y los prohombres del partido?, que ninguno se acuerda de Abarca y Señora.

Con este record de malandros muertos, haiga sido como haiga sido, no me queda más que ver un futuro halagüeño en donde los delincuentes terminarán en el panteón, mientras la república goza de tranquilidad dada la eficacia de las fuerzas federales para darles matacuaz eficazmente. Último marcador, repito: Tanhuato, Michoacán; Malandros cuarenta y dos muertos, federales uno.

Pero el tema no eran los muertitos del crimen organizado, el tema es; ¿cuál puede ser el mejor negocio del mundo?

Sencillito, dirían los argentinos; si los narcos están que se pudren de dinero, al grado que compran diputados, presidentes municipales, jefes de policía y en mi opinión hasta gobernadores y alguno que otro presidente de la República; pues sería un negociazo enseñarles a disparar; porque fíjense Uds. que en las declaraciones del Inspector Rubido; aclaro, no son exactas sus palabras, pero eso dijo, resulta que a mi edad no memorizo ni el nombre de mi vieja: “Desde una camioneta con sospechosos, los malandros dispararon primero a las fuerzas federales, quienes repelieron el ataque, contestaron el fuego y persiguieron a los malosos hasta un rancho, donde estaban más delincuentes pertrechados, que con trabajo, debido a la yerba, fueron abatidos” No se necesita ser un genio, para entender que si los malos de la película dispararon primero y sin avisar, solo siendo muy maletas no habría más bajas de los federales; a menos que sean muy pendejos para disparar y ahí está el gran negocio; pongamos una escuela de tiro para narcos, secuestradores, violadores y demás lacras… ¡No!, amigo lector, para policías y soldados no es necesario, ya te dije que se “echaron” a cuarenta y dos… Y sé lo que estás pensando, que también son malandros y que hay corruptos infiltrados y pagados por los narcos, pero ¡No!, ellos son los guardianes del orden y nuestra esperanza… Creo.

Lo sé, sabes que todo es fantasía; porque quién ponga una escuela de tiro para el crimen organizado será encarcelado (a menos que tenga papá exgobernador que le consiga fianzas de siete mil pesos o que sea funcionario gringo contrabandeando armas a México). Decía que ¡Tienes razón!, estimado lector, todo es un “supón” a partir de una realidad; porque finalmente, el objetivo de este escribidor, no es hacer propuestas indecorosas ni allanarle el caminos a los criminales, sino contar cuentos, como los que les conté al principio. Además, todo está por arreglarse, ya entró en vigor la ley que permite a agentes extranjeros andar armados en México y esos, como BIC, no saben fallar… ¡Así de sencillo!

Santiago Heyser Beltrán

Escritor y soñador