¿Qué nos jugamos?
Uruapan, Michoacán, 3 de abril del 2015
Con solo seguir los 10 mandamientos, todos, México sería un gran país. Es más, con solo amar a nuestro prójimo sería suficiente…
R- Guauuu, mi Santias; como que el rollo de la Semana Santa ya no es lo mismo; recuerdo que cuando era cachorrito, la gente se abstenía de festejos y hasta de cantar, como un acto de respeto a Jesús El Cristo que dio la vida por nosotros y como una acción natural para poder reflexionar.
S- ¿Qué tienes tú que opinar sobre cuestiones religiosas, perro?
R- Grrr, ¡Bueno!, a partir de que todos somos obra del Señor, pues tengo el mismo derecho que opinar, es más, tengo más derecho que un humano que incumple los preceptos que pregona, así, en mi perruna opinión, yo, siendo perro, tengo más derecho que un humano mentiroso o ladrón.
S- ¡Ah jijos!, no lo había pensado así, pero pue´ que tengas razón, mi Rufo; un ser que vive acorde con su naturaleza, como tú, está más en congruencia con el Creador y más cercano a Él, que muchos humanos, por más santificados que estén. En otras palabras, en mi opinión tienes tu más cercanía con diosito que protectores de pederastas y ladrones, como en mi opinión lo son el Cardenal Norberto Rivera o el “capo dí capi” Juan Sandoval Iñiguez.
R- Grrr, aunque me eches porras, no me gusta que me compares con “esos”, soy perro pero decente… Profundizando en el tema, mi Santias: ¿Cuál es la razón humana para no cumplir con los preceptos religiosos que aceptan?
S- NPI…
R- No entendí, mi Santias.
S- Que: Ni Pinche Idea. En teoría todos deberíamos cumplir los preceptos religiosos que aceptamos y siendo los mexicanos, un 90% cristianos, deberíamos cumplir con los 10 mandamientos, todos, y así México sería así un gran País.
R- Guau, ¿o sea que los países católicos son mejores?
S- ¡No!, no dije eso, de hecho creo que son los peorcitos, ahí tienes el catolicismo de Latinoamérica y la pobreza y la corrupción asociadas a sus formas de gobierno y de vivir… Lo que digo es que si se siguieran los preceptos religiosos plasmados en los 10 mandamientos (cosa que no se ve en los países católicos) las cosas estarían mejor; me explico: 1.- Amar a Dios: quienes aman a Dios, no pueden abusar ni explotar al prójimo que es obra del Señor, es decir, si amaran a Dios, no habría corruptos, no gobernantes rateros, ni narcos y secuestradores.
R- ¡Guau!, creo que voy entendiendo.
S- Otro ejemplo: 10.- No codiciarás bienes ajenos. Si siguiéramos este precepto, nadie buscaría acumular riqueza a lo pendejo, en detrimento del bienestar de otros y no habría ricos tan ricos ni pobres tan pobres, y es que es de sentido común, si uno acumula mucho pues a otro le falta ¡Así de sencillo!
R- Auuu ¡Tienes razón de nuevo!, mi ínclito humano.
S- Y finalmente mi Rufo, está el eje de lo que debería ser la convivencia entre personas: …amaras a tu prójimo como a ti mismo. Con cumplir este precepto, todos los males nacionales se acabarían: la corrupción, el abuso, la violencia, violaciones, pederastia, secuestro, robo, mentira, engaño, asesinato, etc., etc. El problema entonces sería estructural, los partidos políticos perderían su esencia, los sindicatos no tendrían razón de existir, los líderes y gobernantes venales, tranzas y abusivos no existirían, las iglesias no tendrían sentido, no serían requeridas, cada quien con su conciencia y forma de vida honraría al Señor y cada quién con su actuar vería por el prójimo, lo que acabaría con la pobreza, con la ignorancia, con la explotación del hombre por el hombre y con la depredación de la naturaleza y el medio ambiente, porque: si queremos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es impensable heredar a las futuras generaciones un planeta con el aire y el agua contaminados y con muchas de las creaturas del Señor, extintas, desparecidas por nuestra estupidez y egoísmo… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador