Indicador político
En 2009, México vivió una gran crisis en materia de salud pública ya que se propagó por el país un virus de influenza del que se sabía poco, el AH1N1. Cuando el gobierno mexicano comprobó científicamente que la cepa del virus era distinta a la de la influenza común y que la propagación de la misma era ya considerable, determinó de manera responsable emitir una alerta epidemiológica que llevó a suspender las tareas educativas en todos los niveles escolares, así como la labor en algunas dependencias públicas con la finalidad de evitar que la propagación del virus se saliera de control y, en consecuencia, los enfermos y muertes llegaran a cifras desastrosas.
Ante tal acción, no faltó quien, desde el egoísmo e interés político, criticara la decisión del gobierno federal, acusándolo de que la emisión de dicha alerta afectaría la dinámica económica del país. Es decir, entretelones lo que significaba era que quienes criticaron la reacción del gobierno federal preferían que la influenza se propagara, no obstante sus fatales consecuencias, a que la decisión de “parar” algunos días afectara temporalmente el dinamismo económico del país. Con todo y ello, el gobierno federal mantuvo su decisión de alerta epidemiológica y gracias a ello entre el 29 de abril al 25 de mayo se contabilizaron solamente 83 decesos en todo el territorio nacional.
Hoy día el virus de la influenza AH1N1 ha vuelto con fuerza al país. Desde los últimos días de 2013 comenzó a verse un comportamiento extraño en el número de infecciones, así como también se comprobó una mutación del virus que lo hacía más agresivo. A pesar de ello, las autoridades de salud decidieron guardar silencio sobre los casos y no alertó a la ciudadanía de una posible propagación de la enfermedad. Desafortunadamente, en los primeros días del 2014 la propagación del virus comenzó a mostrar un comportamiento exponencial y el número de muertes aumentó día con día. Al día de hoy se contabilizan 255 muertes por este virus y cerca de 3,000 casos de infectados.
En contraste a lo que sucedió en 2009, en la actualidad el Gobierno Federal decidió emprender de manera tardía una campaña de prevención del contagio, así como también ha decidido no emitir ningún tipo de alerta epidemiológica. Lo que podemos derivar de esta comparación es que, por lo menos, hay consistencia en la posición de quienes en el pasado criticaron las acciones del gobierno para evitar mas contagios y muertes ya que, ahora que son gobierno, han actuado de manera tardía y omisa en la materia. Lo lamentable, quien más pierde por mantener esta visión es la población en general ya que hasta el momento, en el primer mes, se contabilizan más muertes que las que acontecieron en 2009 en un mismo periodo. Ojalá el gobierno rectifique y asuma con seriedad y responsabilidad un problema tan delicado, que puede llegar a ser catastrófico, como la influenza.