La opción
Reflexiones para evitar una elección extraordinaria
“Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero”
Jonathan Swift
Mucho se ha discutido sobre la pertinencia de las elecciones extraordinarias. Algunos alegan el gasto excesivo que ello conlleva, lo cual se acentúa en los lugares en donde existen problemas financieros; otros alegan que se genera inconformidad e inestabilidad social; y otros tantos discuten sobre el retraso en la toma de decisiones en las políticas públicas, debido a la inestabilidad en el ejercicio de la función, dada la multiplicidad de personas que representan a la autoridad.
Una de las razones que más pesan en este ejercicio es la afectación al bolsillo de los ciudadanos, ya que a final de cuentas esta medida trae como consecuencia inmediata la erogación de un recurso público que, como señalan algunos, bien puede destinarse a un gasto prioritario. Pero existe una causa también de disentimiento, que es la sanción a la persona o partido político que ocasionó la nulidad de la elección.
Nuestra legislación —llámese federal o local—, ha tratado de equilibrar la balanza al prohibir al responsable de la nulidadvolver a participar en las elecciones extraordinarias como medida preventiva y coercitiva,y tratar de paliar las malas prácticas durante el proceso electoral que pueden traer como consecuencia la inconformidad ciudadana y el desencanto en los actores que participan en los procesos electorales.
Tenemos casos como las elecciones extraordinarias en Colima, que tuvieron una erogación aproximada de 28 millones de pesos; en Tabasco con una erogación calculada de más de 30 millones; en Huimilpan en Querétaro, que generó un costo de casi 4 millones; en Tapilula, Chiapas, que tuvo una erogación mínima por el orden superior al millar; en Tixtla de Guerrero, con un costo cercano a los 7 millones; la elección federal en Aguascalientes con un costo ponderado de casi 2 millares; y en el Estado de México, en el municipio de Chiautla, que será cercana al millón de pesos, entre otras.
En el caso de Michoacánlas elecciones extraordinarias en Sahuayo e Hidalgo implicaron un desembolso de un poco más de 30 millones de pesos.
Otro elemento importante que debemos tomar en consideración es que —según reportes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación— las causas de nulidad de la elección obedecenen gran parte a infracciones a la norma generadas por los candidatos que ganaron la contienda, o porque sus partidos políticos o gobiernos emanados de ellos llevaron a cabo prácticas desleales que, a criterio de la autoridad jurisdiccional, violaron los principios rectores y constitucionales de la elección.
Ahora bien, la pregunta obligada en este caso es saber qué medidas se deben tomar,y que éstas sean lo suficientemente justas y permitan, por una parte, reducir las erogaciones económicas que implica una elección extraordinaria, y por otra sancionar realmente al culpable de la nulidad de la elección y —¿por qué no?—evitar en la medida de lo posible la celebración de otra elección.
Una medida importante que pudiesen reflexionar nuestros legisladores es la instrumentación de un mecanismo legal en el que el candidato que haya quedado en segundo lugar en la elección sea quien pase a tomar el cargo de candidato electo y desempeñe la función atinente. Con ello se evitarían las elecciones de carácter extraordinario; se reducirían considerablemente las erogaciones económicas; se evitarían en la medida de lo posible disgustos y conflicto sociales; y se sancionaría de manera efectiva a quien haya sido responsable de la nulidad, implicando también a su partido político y funcionario de quien recibió el apoyo, en su caso.
Esta medida, claro está, debe colmar determinados requisitos. Me explico: debe especificarse eltipo de elecciones(gobernador, diputados o ayuntamiento); deberá ser aplicable sólo en caso de nulidad de elección; ésta —la nulidad— debe ser generada por una o varias faltas generadas por el candidato que obtuvo el triunfo en la elección; la diferencia entre el primer lugar —quien ocasionó la nulidad— y el segundo deberá de ser de no más de tres puntos entre ellosy, además, el segundo lugar en la elección no deberá haber sido sancionado por prácticas similares al primer lugar que haya ocasionado la nulidad, entre otras más.
Usted, ¿qué opina?
Ramón Hernández R.
@HernandezRRamon