La opción
Si tenía dudas del entreguismo al capital extranjero que significa la Reforma Petrolera, la revista Time de Estados Unidos me lo aclaró…
Con una foto tomada de abajo para arriba, para hacerlo ver más alto de lo que es, con una pose de Don Señor, la revista Time sacó en su portada al que cobra como Presidente de México, pero que en los hechos más parece estar al servicio de los Estados Unidos de Norteamérica; y me explico:
Todos sabemos del esfuerzo de la nación entera, que incluyó niños donando sus alcancías y mujeres llevando pollos, como aportación para pagar la deuda que México contrajo al expropiar la industria petrolera a empresas transanacionales abusivas, explotadoras del trabajador mexicano y destructoras del medio ambiente; nada nuevo, esto es la historia de México, en donde Lázaro Cárdenas del Río se alzó como estadista, tomando las decisiones y asumiendo los costos y riesgos de enfrentar a los países poderosos, al tocar sus mezquinos intereses representados por empresas colonialistas que, como langostas, chupan a las naciones sus riquezas, para luego migrar buscando nuevas víctimas.
Decía que todos sabemos del esfuerzo nacional para indemnizar a las empresas que, con un espíritu nacionalista, expropió el General Cárdenas, y enfatizo esto porque quienes pagaron la deuda fueron todos los mexicanos, no un grupito de 500 zánganos que cobran como diputados o 128 senadores que igualmente cobran por representar al pueblo y defender los intereses nacionales, lo sé, tengo que escribir, salvo honrosas excepciones, por si alguno escapa a mis definiciones sobre políticos y gobernantes, o representantes de no sé qué, porque del pueblo, como mayoría, seguro estoy de que no lo son… Retomo el tema: al ser el pueblo de México quién pagó, vía fiscal y vía aportaciones extraordinarias el costo de la expropiación petrolera, es un abuso el que los mentados diputados y senadores, la mayoría ocupando un escaño gracias a los arreglos “cupulares y copulares” con sus dirigencias, o emanados de elecciones tramposas, todos, se abroguen el derecho de poner a disposición del capital el sector energético mexicano que “ellos” no pagaron, y se asuman de una manera estúpida y manipuladora, como “salvadores” del pueblo de México, cuando sabemos todos, que México está en el bache en el que está, gracias a la ineficacia y corrupción de políticos, gobernantes y supuestos representantes, va de nuevo, salvo honrosas excepciones.
Hoy México vive el dilema de decidirse a, desde la sociedad civil organizada, pelear por sus derechos y acabar con la corrupción, o ajustarse a la “legalidad”, conscientes de que las leyes están hechas a modo de los intereses de los partidos que viven chupando la sangre al pueblo, cual viles sanguijuelas, por congresistas al servicio de poderes fácticos o de los mismos partidos a los que aprovechan para obtener así una siguiente candidatura y poder seguir “mamando” del presupuesto.
No, no exagero, ver a Enrique Peña Nieto en la portada del Time, presentado como el salvado de México gracias a sus “Reformas”, me deja claro que: 1.- O el gobierno con acciones corruptas se ensalza solo, pagando por que los pinten como héroe, o 2.- Los gringos promueven a su servil servidor para allanarle el camino. O sea, si fuéramos los mexicanos quienes definiéramos a Peña Nieto como nuestro salvador, tendría cierto sentido y contenido, pero que sean los gringos, beneficiados con las mentadas reformas que nos ponen de pechito ante la fuerza del capital, quienes ensalzan a “nuestro” Presidente, como que se presta a sospecha.
¡En fin!, mi conclusión es que al festinar los gringos a Enrique Peña Nieto, me quitan de dudas respecto a quien está sirviendo quién protesto servir y defender a México y que se congratula, en cuanto foro tiene oportunidad, de ofertar el sector energético nacional a inversionistas, olvidando nuestro ínclito mandatario, que antes un país conquistaba a otro con sus ejércitos, pero que hoy, la conquista se realiza con: tratados comerciales, servicios crediticios y financieros e inversión extranjera, lo que permite al capital, tomar posesión de riquezas de otros países y así aprovecharse de la debilidad política y económica para disponer de la mano de obra de mexicanos, a precios de esclavitud, en beneficio de de sus intereses… ¡Así de sencillo!