Libros de ayer y hoy
¿Esperas algo del Nuevo Gobierno?
El gobernador debe ubicarse en el momento histórico de Michoacán, con una grave hipoteca de dinero, con pesados lastres, con sombríos nubarrones y sangre que se vierte.
El primer servidor del Estado llega modesto y humilde. No llega con marcha triunfal de faraón a recibir aplausos y halagos.
Llega a asumir el destino de Michoacán, vestido con overol como obrero, luchador, guía de la marcha del pueblo. Asume una tarea pesada, difícil, una lucha imposible.
¿Va a triunfar en su gestión?
¿Qué significa triunfar? No es enriquecerse, escalar mayores alturas, lanzarse a“la Grande”. No es un príncipeni un vedette para para disfrutar de privilegios para salir en la tele y ser elogiado por todos porque todo lo hace bien, según él o aquéllos de su círculo estrecho. No es un teúl al que hay que idolatrar.
Triunfar es la restaurar un Estado devastado, empobrecido, regado con sangre, que ya no cree en los políticos, que siente que ya no puede más.
Para triunfar hay que bajar a la vida miserable de los pobres, a su ignorancia, mugre, sudor, vacío, desesperanza para empujar con ellos en “en nuevo comienzo”. No mover a Michoacán como un gelatina, para los noticieros sino avanzar en un programa expuesto a desvíos y retrocesos hacia metas realistas, humildes de país emergente, bajando de la nube color de rosa de los privilegiados para asumir la realidad triste, pesada.
Tiene el ejemplo de Don Vasco de Quiroga que supo meterse en el profundo dolor de los michoacanos y asumir su suerte. Se identificó con la mayoría indígena y se entregó a protegerlos contra los grandes del poder y del dinero. D. Vasco supo valorar al humilde, descubrir la riqueza y hermosura de su alma para hacerlos trabajar en la salida de la crisis hacia una vida más digna.
La salida de la crisis, el triunfo sobre la violencia, la limpia de la corrupción es posible. Pero se necesita la guía de un héroe que desafía las fuerzas del mal, que enfrenta sin contaminarse el SIDA de la corrupción. Tiene que ser como Morelos que trabajó y murió para redimir al pueblo y darle la libertad.
Sin duda Silvano ha meditado los Sentimientos de la Nación y los va a poner en práctica. Porque “la patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el gobierno….” (11). Las leyes “que dicte nuestro congreso deben ser tales que …. Moderen la opulencia y la indigencia…. Alejen la ignorancia, la rapiña, el hurto” (12).
Se necesita un santo, de grandes virtudes, en actitud de humildad, lejos de maquillajes y reflectores, de trajes lujosos de medio de hombres vestidos humildemente y hasta andrajosos,
Necesitamos un gobernante modelo de desprendimiento del dinero y los bienes materiales, dominador de sus pasiones de poder, placer, vanagloria. Para su vida sencilla debe contentarse con un salario mínimo profesional.
Debe ser un estadista y un sabio que orquesta y dirige su gobierno en la aplicación absoluta, incondicional, universal de la ley, el derecho, los primeros principios como el bien común, el servicio a la persona humana.
Le son indispensables tres valores fundamentales, sobre los que descansa la estructura de la sociedad democrática: la justicia, la verdad, el amor.
El “nuevos comienzo” debe sustentarse en la justicia, la distributiva, la punitiva, subsanando las graves injusticias como la deuda que dejaron sexenios pasados recientes, de priistas y perredistas. Sino limpia el camino de la inmensa capa de injusticia no habrá un “nuevo comienzo” de justicia.
Debe limpiar de las nubes de humo de mentira y engaño, no puede disfrazar la realidad acomodándola a sus interesesy conveniencias para servir a su imagen o a su pretensión de mantener al partido en el poder. No puede imponer su visión desde la nube turbia de los privilegiados y de sus sueños como realidad de un pueblo atrasado y sufriente.
Debe asumirse hombre, entre los hombres, con ganas de luchar pero con programas humanos, humildes y realistas, que rara vez se cumplen plenamente, en los que hay fracasos y traiciones.
No debe idealizar la realidad dura, triste, pobre del pueblo, debe aceptar un Michoacán agobiado de problemas, ignorancia, deshonestidad, apatía, flojera e irresponsabilidad en el trabajo.
Por otra parte, debe ser consciente de la extraordinaria riqueza en recursos del Estado más bello de México y de los michoacanos con riquezas personales extraordinarias, herederos de dos culturas ricas como son la occidental y la indígena del nuevo mundo.
Al final de cuentas, Silvano es el gobernador que el pueblo se merece. Michoacán es cada individuo y es el pueblo en su conjunto, Silvano es el mandatario, el que hace los mandados.
El responsable de aclarar las cuentas y devolver lo desviado en administraciones pasadas para construir la nueva de justicia es el pueblo. En eso lo tienen que obedecer. Quien debe sacudir la inercia de corrupción y situación crítica para avanzar pesada pero realmente, dejando atrás la crisis, los malos gobiernos, el vacío educativo, somos todos.
Es muy importante que precises qué vas a hacer tú por Michoacán y que lo realices.
El carro está bien sumido en la corrupción y atraso, es pesado, pero si empujamos todos con jalón parejo lo pondremos en autopista de concreto, lo empujaremos a una vida más digna.
¿Qué se puede esperar de ti y del pueblo en el nuevo gobierno?