Decididos A Negar

La Realidad Miserable

Las informaciones oficiales se empeñan en presentar una realidad conforme a las conveniencias del poder en turno. Se empeñan en negar nuestra situación de atraso y sufrimiento.

Ojalá muchos amigos lectores se reconozcan en este grito de indignación velada por la necedad de quienes se empeñan en mantener a los pobres en el engaño, en negar la realidad dolorosa.

Esta reflexión, quiere ser una aportación en la lucha contra estas crisis en las que humanamente no se ve salida.

Hay muchos hechos que se niegan o deforman en los comunicados y nos hacen formarnos nuestro criterio en relación a las noticias, doy algunas muestras. Hubo un tiroteo en Antúnez, se reportan un muerto y varios heridos, la gente del lugar sabe que son muchos muertos.

Hay filtros para la información. No se informa bien en muchos casos del número de muertos que se quedan como desaparecidos.

La gente que vive cerca de lagunas y presas sabe que muchos cadáveres son arrojados ahí.

La gente desconfía y o tiene horror de los alimentos que salen de ahí. Le echa la culpa a esa contaminación de epidemias que se propagan.

No se informa de los decesos a causa del chikungunya. La abuelita del amigo de Apatzingán que me informa murió de eso. No es un caso aislado.

Se rebaja la tasa de homicidios y crímenes con distinciones legaloides: “los crímenes dolosos” bajaron, afirman, no hablan en términos absolutos porque el crimen no ha bajado. La afirmación contrasta con la experiencia del pueblo.

El sentido común del pueblo no se equivoca. Siente que la clase política está distanciada de él, que sólo busca sus propios intereses, de poder por todas las riquezas que comporta, “el hueso”, afirman ellos. Arreglan la realidad en el discurso para afianzarse en el poder, en el que pretenden hacer todo bien, como mesías.

Entendemos que ése es el problema de México: que los verdaderos problemas de las multitudes pobres no interesan ni avanzamos a un cambio de progreso, bienestar, abundancia de riqueza, vida digna, sin desempleo ni hambre ni condición humillante de vida.

La verdadera solución aparece clara: la reforma de la clase política, que se convierta de sus ambiciones de poder y privilegios, que con humildad, desprendimiento cambien de fines y motivaciones, que quieran mejorar México sin condiciones ni hipocresías, sin simulaciones.

La solución aparece con luz meridiana: hay que reformar a los gobernantes para que sirvan a los pobres, así se libran de la corrupción, que sean coherentes y honestos, que no engañen, que conduzcan un pueblo de extraordinaria riqueza humana y física hacia metas económicas sabias. Los valores como la verdad, la justicia permiten ver la realidad y la dirección que hay que seguir. Sólo deben promocionar al pueblo que tiene las riquezas del espíritu requeridas.

Curar su mal, qué actitud tomar, qué acciones emprender. Hay modelos en la historia y en la fe, prototipos como Hidalgo y Morelos y el Divino Maestro que enseña el camino de la libertad con la verdad.

La realidad que pintan no checa con los datos crudos de la realidad vivida.. Los testigos de los hechos se dan cuenta de que los gobernantes mienten, esta opinión es el dominio común.

Sabe Dios de qué planeta y habitantes los informes presidenciales estén hablando, los gobernantes no parecen ser los hombres que conocemos que cometen muchos errores y crímenes, no viven nuestra realidad de limitaciones, de luces y sombras. Todas las obras de estos son los máximo, perfectas, en sus informes no conocen la más leve sombra de error.  Su país no tiene problemas. Todo va de lo mejor en el mejor de los mundos. Es el optimismo  cándido que profesan. Deben ser de una raza de teúles sin imperfecciones humanas en el Tlalocan, en el paraíso.

En este mundo de seres humanos limitados, ¿Cómo hacen para tener sólo compromisos “cumplidos”, en un lenguaje triunfalista, de  velado orgullo, con una visión mutilada de la realidad donde sólo aparecen los logros, nunca se equivocan, nunca les falla, son virtuosos y santos que no quiebran un plato. Sólo ven lo que al poder conviene y lo que a la gente desea escuchar. ¿Qué  hacen con los verdaderos problemas como la baja productividad, la caída del peso, el desplome del precio del petróleo, el sufrimiento de las multitudes millonarias? ¿Por qué no aceptan sana y humildemente un país emergente con mucho atraso, con el divorcio clase política – pueblo, a la cola de las naciones por corrupción, y muchas miserias?

Es una enfermedad moral, la mentira. Para los psicólogos, es una mente ínmadura que no acepta la verdad de lo que verdadera busca.

Es una verdad universal, una experiencia que hacemos todos que el hombre miente y se equivoca, como consecuencia de la condición del hombre, infectado de maldad, ser dividido, capaz de asesinar, robar, delinquir, ángel y demonio potencial.

En la antropología universal se tiene esa imagen del hombre. El poeta Ovidio se lamenta: video meliora proboque, deteriora sequor: Veo lo mejor y lo apruebo, sin embargo hago lo peor. La misa verdad se encuentra en el mundo de la Biblia.

La vida tiene una esencial dimensión moral,  vida, esfuerzo por vencer el mal y tender hacia el bien.

Buscar la verdad, conformidad entre los hechos, los pensamientos, las intenciones por un lado y  las palabras por el otro.

Hemos abandonado los valores universales, inmutables, absolutos en los hechos.

En las afirmaciones creemos en la verdad, pero no hay coherencia, sinceridad.

En el país de las mentiras hay que conservar la confianza en el triunfo de la verdad que nos llevará al mundo sin corrupción ni engaño.

Hay que apoyarnos en una presencia y energía que vienen de lo alto. La fe en Cristo nos llevará al mundo de la verdad donde se atienda al sufrimiento de los pobres.