La segunda sesión del Sínodo
En los regímenes políticos que se presumen democráticos, se practica un ejercicio constante de apertura, tolerancia, inclusión, respeto y libertad, en donde la oposición al gobierno puede abiertamente plantear sus puntos de vista sin que el régimen central active mecanismos directos o indirectos (llámese medios de comunicación o instituciones paralelas o satélites) para desacreditar, polarizar o emprender una campaña de denostación y hasta persecución a quienes piensen diferente a quienes ostentan el poder.
Cuando mencionamos democracia, la primera palabra que se nos viene a la mente hoy en día es la tolerancia. Antes ocurría con las palabras libertad e igualdad. Sin embargo hay un concepto erróneo de tolerancia que puede desembocar en la destrucción de la democracia, como por ejemplo tolerar un gobierno violador de derechos humanos y que no acepta la diversidad política como el que existe en Michoacán hoy día.
La democracia tiene que ser mucho más que el hecho de votar, la democracia son una serie de valores y principios donde destaca el respeto de la dignidad humana y la libertad. La tolerancia, el respeto, la libertad y la inclusión están imbricados, es difícil poder tener alguno de estos valores sin la presencia del otro.
La tolerancia es un requisito para el libre ejercicio de todas las actividades humanas, En este mundo globalizado, que tiende a la integración, también hay grandes contradicciones que traen exclusión; fundamentalismo y un aumento desproporcionado de la intolerancia; La intolerancia y la exclusión política han aumentado en forma desmedida.
En el Partido de la Revolución Democrática decidimos no firmar el Acuerdo por Michoacán por varias razones, que vamos a enumerar:
1. En el último un mes, el PRD y el resto de la izquierda acudimos al S.O.S que lanzó este gobierno estatal emanada del PRI, el cual se ahogaba en sus propios errores y se corría por sus propias divisiones, lo que generó condiciones que estuvieron a punto de desembocar en la ingobernabilidad y el caos. El gobierno federal, que hasta el momento ha mostrado nulo interés por atender a Michoacán, convocó a las fuerzas políticas a conformar un gran acuerdo, en donde cada quien planteara propuestas y asumiera compromisos para permitir al estado salir del atolladero por el que atraviesa. EL PRD, con apertura, tolerancia y respeto, presentó un plan emergente de acciones para ponerse en marcha de forma inmediata en el estado.
2. Sin embargo, en una muestra de cerrazón, intolerancia y autoritarismo, el PRI Gobierno decidió que el documento final del Acuerdo fuera el mismo que el PRI entregó a la Mesa Técnica, con algunas adhesiones de las propuestas del PAN, pero excluyendo en su totalidad las propuestas del PRD, de los partidos de izquierda y de las organizaciones sociales.
3. El documento final del Acuerdo posee el agravante de plantear políticas coercitivas y hasta persecutorias contra grupos sociales y sindicales que el gobierno estatal ha convertido en su villano favorito, y contra quienes ha descargado toda la furia represiva, característica del PRI.
4. Asimismo, en el documento no hay un compromiso real del gobierno federal para apoyar a Michoacán con recursos extraordinarios, ni la puesta en marcha de acciones concretas o de inversiones que puedan ser medibles y cuantificables.
5. La dupla PRI y PAN dejaron fuera y minimizaron la política social, además de dejar sueltos a los delegados federales, los cuales utilizan los programas sociales al contentillo y con evidentes objetivos electorales.
6. El gobierno estatal tampoco asume compromisos con el sector educativo, en especial con la UMSNH, en donde de forma unilateral se plantea impulsar una nueva Ley Orgánica de la máxima casa de estudios, a espaldas de la comunidad universitaria, lo cual viola la autonomía de la Casa de Hidalgo.
7. Tampoco se han planteado acciones específicas para el campo michoacano, con la instrumentación de programas específicos para los productores.
En suma, la intolerancia, la exclusión y la cerrazón del gobierno estatal en componenda con la federación, orillaron al PRD a no firmar el Acuerdo por Michoacán.
Sin embargo, el PRD es el partido que asume su compromiso de ser el garante de las políticas de beneficio social, por lo que no nos oponemos a firmar el Acuerdo, por lo que se ha planteado al gobierno estatal un Adendum en donde se contemplen nuestras propuestas y el gobierno asuma compromisos concretos, reales y que se apliquen de forma inmediata en el estado.