Política gourmet
Los grupos u organismos empresariales constantemente se quejan de que no les va bien, que sus ventas han bajado, acusan y promueven que son los manifestantes, maestros, normalistas o la oposición al gobierno los responsables de sus crisis, incluso los ha llevado a querer regular las manifestaciones (aturdida idea jurídica), sin embargo, el no querer reconocer la realidad los llevará en pocos años a su extinción.
El origen de la crisis en el comercio local se debe en esencia a la competencia desleal que representan para los comerciantes o empresarios locales los grandes centros comerciales que de manera extraña son impulsados y defendidos por los propios organismos empresariales, que aunque estén conscientes del daño que ocasionan jamás los cuestionaran, es decir, son victimarios y víctimas.
En el caso del centro histórico de Morelia, no dudo que las manifestaciones generen afectaciones a ciertos comercios, sin embargo en lo personal he caminado entre las líneas que realizan los manifestantes, me he dado a la tarea de observar sus recorridos y todo lo que ello implica, percatándome de que de manera inteligente vendedores abandonan sus puntos de venta y se meten entre las filas, seguro estoy que la venta del día la logran en una hora, los que venden comida, jugos, las tiendas de abarrotes, peleterías y neverías venden lo de toda la semana, y es lógico, tienen mínimo 10 mil clientes potenciales en un par de horas.
Los organismo empresariales como CANACO o COVECHI se equivocan con querer criminalizar la protesta, los canacos deben aprender del vendedor de BonIce, aprovechar los bolsillos de posibles 10 mil clientes que en un fin de semana no los tienen, deben convencer a los morelianos y a los manifestantes de adquirir bienes y servicios en sus locales y no ahuyentarlos con sus declaraciones y enviarlos a las grandes cadenas comerciales, deben seducirlos para que aprovechen su visita al centro histórico.
Regresando al origen de la crisis, la incontrolable expansión de las tiendas de autoservicio han provocado que la población adquiera productos de primera necesidad en tiendas de grandes capitales nacionales y extranjeras, dejando de adquirir en las empresas familiares locales, en el centro de las ciudades y en los mercados, ya no es necesario ir a esos lugares, en Wal Mart encuentran todo. Debo aclarar, yo también visito esas grandes tiendas pero procuro no adquirir en esos lugares los productos de los sectores primarios y secundarios.
Recuerdo al primer secretario de Desarrollo Económico de la actual administración estatal, orgullosamente cortaba un listón de una gran tienda de autoservicio en la ciudad de Morelia y la anunciaba como atracción de inversión, pero nunca generó una estrategia para potencializar las empresas familiares cercanas a ese centro comercial; recuerdo también a un subsecretario inaugurando una expo de muebles con productos extranjeros, también la presentaron como atracción de inversión, pero hasta la fecha no han atendido a los muebleros de Ciudad Hidalgo, Nahuatzen, Cuanajo o Pátzcuaro.
Vemos en todas las ciudades de Michoacán como en las colonias populares las pequeñas tiendas vienen cerrando, las empresas familiares no pueden competir contra los grandes complejos o cadenas comerciales, que lo único que provocan es el rompimiento de la relación económica de las colonias, cierran las carnicerías, tortillerías, papelerías, panaderías y abarrotes, se rompe con cadenas o interrelación económica existentes en esos núcleos sociales.
Podrían señalar que los grandes centros comerciales son inversiones que generan miles de empleos, y ello es cierto, pero es empleo mal pagado, sin seguridad social, ni prestaciones de ley, mediante outsourcing, y que carga con la perdida de los empleos que generaban las empresas familiares, pero además esas grandes empresas no ayudan a fortalecer el mercado interno, puedo asegurar que en buena medida el limón, guayaba o fresa que venden no son michoacanas, y aquellos empresarios que logran colocar sus productos los hacen a consignación y sacrificando liquidez económica.
Mi intención no es satanizar a las grandes tiendas de autoservicio, su instalación no se puede evitar, debemos generar la cultura de adquirir productos locales en tiendas locales, el gobierno estatal debe diseñar de manera urgente programas de apoyo a la empresa familiar, los empresarios locales deben ser astutos y conquistar a los michoacanos (me incluyo), dejar de acusarlos y asustarlos, debe fortalecerse el comercio y el mercado interno, la economía local debe ser tratada como un derecho humano y social por lo que representa, por cada centro comercial que se instale, el gobierno del estado debe responder con una andanada de apoyos al comercio local.