Teléfono rojo
Que agarraron a El Tío, a muchos Templarios, que han firmado acuerdos con los Comunitarios y están resolviendo el problema de la violencia de los narcos y de la ingobernabilidad. Se dicen tantas cosas. Toda la gente pensante se pregunta ¿Por qué hasta ahora, por qué fue necesario que el pueblo se organizara y se levantara en armas para que el gobierno se moviera?
Por otra parte ¿Qué delito cometen las autoridades que no hacen la tarea de hacer justica a los criminales? ¿Cuándo se les va juzgar y a poner en el lugar que se merecen?
Por otra parte aún, es muy bella el alma del pueblo que ha aparecido con manifestaciones excepcionales, heroicas, sublimes de virtud.
Es cierto que su reacción fue obligada por la opresión, desesperación y desamparoada en que no podían más que rebelarse ante la muerte y la violación de sus derechos fundamentales.
Se despertó el alma heroica que dormita en los michoacanos puros, nobles.
Hay pureza de intención en quienes se han quedado, ha sido difícil e indispensable discernir. Afirma Hipólito: “he perdido cabrones que se decían amigo pero he ganado otros que sí lo son de verdad, que no son movidos por un interés material o político sino el mismo ideal, la misma esperanza de trabajar libres, tranquilos, si el temor de que ya van a llegar los templarios… y te obligarán a darles lo que pertenece a tu familia”.
Esta pureza de hombre este ideal es un valor que admitimos mentalmente pero que se da raramente en los servidores públicos y hombres de acción. ¡!!Bravo!!!
Su surgimiento fue milagroso, sin charolas ni fuero, sin ejércitos, sin armas. Enfrentaron la muerte comon unos valientes, se expusieron al fuego mortal.
La humildad y sentido de auto crítica los hace puros reconocen sus fallas, sus limitaciones.
La Crónica en su edición del 28 de enero afirma que Hipólito es “hombre… capaz de reconocer errores porque está convencido de que en el movimiento de autodefensa que él encabezó son más los aciertos y sobra la razón de ser.
En otros actores aparece la vanidad, envueltos en su nube apartada de la realidad, en el país de los discursos maravillosos, en su república de fantasía, gobernada por los jefes ideales, demiurgos que con su palabra pretender crear el paraíso, con la abundancia plena de bienes (para ellos mismos).
No aceptan los errores, como los aceptan los Comunitarios. El buen político acepta sus errores, afirma Nelson Mandela. Les falta el sentido de auto crítica. Reconocer sus errores los haría diferentes, valiosos.
Protegen su imagen, su caudal político. Su “hueso” grita un obrero. “Esta detención de el Tío” -afirma Osorio Chong- es un ejemplo del trabajo que realiza… el gobierno”. Y proclama su dogma: “el gobierno va por el camino correcto en la lucha contra el crimen organizado. La gente de sentido común se pregunta: ¿el gobierno va o lo llevan?
La población señaló desde siempre que estaban en la región de Apatzingán muchas fuerzas militares y policiales pero que no intervenían que dejaban hacer a los criminales.
No se ve que les interese a los hombres en el poder proteger a las multitudes de pobres, de débiles, promover su bienestar. No estudian sus grandes problemas, por lo tanto no tienen soluciones oportunas, válidas. El cambio climático, la falta de agua en el Distrito Federal y otras calamidades que se nos vienen encima son un botón de muestra.
Así los arreglos que firman diferentes niveles de gobierno con los Guardias de Auto-defensa no son algo que ellos hayan concebido y buscado a tiempo.
Fue necesaria la insurrección justa del pueblo, fue necesario que hubiera antes muchas opresiones, vejaciones y asesinatos.
No se prevé la reparación de daños a todos los afectados. Por ejemplo se ignora dar el equivalente de un seguro a los Comunitarios caídos, los que menciona verbalmente el Obispo de Apatzingán, o cuenta Hipólito Mora en su plática con la Crónica:
“Las cuatro personas que me mataron en un agarrón contra los Templarios que duró dos horas, otros muertos que tuvimos de aquel lado de Apatzingán, que los acribillaron sin armas. La humildad y sentido de auto crítica los hace puros reconocen sus fallas, sus limitaciones.
¿Cómo se va a pagar los daños a las poblaciones que han vivido desamparadas, sin estado de derecho ni libertad, afectadas en sus bienes materiales y sin las condiciones fundamentales para realizar el bien común, que están enfermas en su alma?
Hay otras lagunas en los acuerdos ¿Cómo se va a evaluar no sólo a los policías de la base sino también a los mandos, hasta los más altos y a las autoridades que tienen responsabilidad en la situación de desastre de los pueblos?
El hombre es cuerpo y espíritu, se mueve por principios y leyes y valores. Es necesaria la renovación moral, con medidas pragmáticas solamente, las soluciones son oportunistas, no van al fondo del problema ni ofrecen soluciones integrales.
En la fe cristiana, patrimonio de la cultura occidental y ahora planetaria, se profesa que Dios hizo al hombre para la vida y felicidad plenas. El Maligno introdujo la maldad, el sufrimiento y la muerte.
El hombre debe elegir y hacer el bien, venciendo la maldad en la justicia y el estado de derecho. Es la única vía para progresar hacia las verdaderas riquezas y el bienestar integral y duradero.