UGC, el objeto del deseo
Las casualidades no existen en la economía, sobre todo cuando éstas se presentan una, otra y otra vez. El viernes de la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, presentó los datos de la actividad económica en México durante el primer trimestre de este año,. Los datos que se dieron a conocer generaron decepción y confirmaron lo que ya se venía diciendo de manera reiterada: las expectativas de crecimiento del país tienden a la baja, las proyecciones de crecimiento que tan halagüeñamente se realizaron a comienzos de este año tienen que reducirse porque, en particular, el consumo interno no despunta.
El Inegi informó que el Producto Interno Bruto, PIB, creció entre enero y marzo de 2014 0.28 en comparación con el crecimiento del último trimestre de 2103, sin embargo el crecimiento esperado que se tenía para este periodo de 2014 era de 0.6 por ciento; es decir, no crecimos ni la mitad de lo esperado. Esta situación llevó a que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP, ajustara a la baja el crecimiento económico esperado para el país durante 2014 ya que pasó de un 3.9 por ciento a un 2.7 por ciento.
Por lo regular los ajustes al crecimiento de una economía se llevan a cabo a la mitad del año, la variación de estos tiende a ser de decimas porcentuales más o menos, sin embargo lo preocupante de la situación para nuestro país es que este ajuste se realiza en el primer trimestre de 2014 y fue de 1.2 puntos porcentuales, lo que significa en términos reales una reducción del 31 por ciento en las expectativas de crecimiento para 2014.
Si analizamos esta noticia en el plano general, entenderemos que esta situación es más preocupante de lo que parece ya que México requiere para generar la cantidad de empleos que se necesitan, para reducir de manera significativa la pobreza y para brindar servicios educativos y de salud verdaderamente universales y de calidad, crecer al menos en tasas del 5 por ciento anual, cosa que no está sucediendo. El año pasado el país creció a penas 1.1 por ciento y al primer trimestre de este año la expectativa ya se redujo.
En todo caso, lo que queremos todos los mexicanos es que le vaya bien al país ya que si le va bien a México, nos va a ir bien a todos. Sin embargo, esto no puede quedar en el ámbito de los deseos, necesitamos que cada quien haga su trabajo para sacar adelante al país. Una parte importante de ello, tiene qué ver con lo que hace o deja de hacer el gobierno y lograr que la economía crezca, lamentablemente, hasta el momento, nuestro gobierno tiene más pendientes por hacer que acciones realizadas.