Combatir la corrupción

Ver a Papá Pitufo, líder de autodefensas, como policía rural, acaba con mi esperanza; ganó el sistema, seguirán mandando los mismos corruptos y corruptores…

R- Auuu, mi Santias; desde sus inicios la historia de la humanidad está plagada de traiciones y corruptelas; me parece que tu lucha contra la corrupción es una lucha perdida.

S- Nada tengo que objetar, mi Rufo; cosa de ver mi querido México, donde la putrefacción, empieza desde arriba. Bien dicen los japoneses: el pez se empieza a podrir desde la cabeza.

R- Auuu ¿Ton´s?, si desde el presidente de México y su tramposa campaña electoral, seguida de la impunidad otorgada a líderes sindicales corruptos y a cuates y parientes, pasando por secretarios de estado gandayas, incluida la parentela de Osorio Chong, Secretario de Gobernación:

(http://www.proceso.com.mx/?p=307662 …)

Militares coludidos o cuando menos comparsas de narcos:

(http://ejecentral.com.mx/hija-de-templaria-capturada-se-paseo-en-patrulla-militar-revelan-autodefensas/ …),

O federales extorsionando a migrantes:

(http://animalpolitico.com/2014/01/federales-con-mas-denuncias-de-extorsion-migrantes-que-el-crimen-organizado/#axzz2rtxaUyMu …)

Seguidos por gobernadores y funcionarios corruptos en gobiernos estatales (Michoacán, Coahuila, Morelos, Tabasco, Jalisco, Mataulipas etc.) y por alcaldes y congresistas que acuerdan “moches” para recibir recursos o pagan comisiones millonarias por las gestiones que en obligación les corresponden hacer y que adicionalmente asignan obras a sus cuates o de perdida pagan favores políticos otorgando puestos a militantes y cuates del partido que los postuló (aunque sirvan para un carajo); funcionarios que a su vez estarán al servicio de campañas electorales privilegiando el servicio político-electoral sobre el compromiso de trabajar, servir y cumplir por el sueldo que devengan… ¿Qué oportunidad tiene tu intención, mi Santias, de combatir la corrupción como un paso necesario en el camino de recomponer a México?

S- Visto así, quizás ninguna mí Rufo. Porque faltaría añadir a tu lista, la corrupción de narcos y criminales, más la de empresarios abusivos, sin dejar de lado a evasores fiscales, líderes corruptos, burócratas que no trabajan, maridos que golpean mujeres, mujeres que engañan, hijos que faltan el respeto a sus padres, maestros que no enseñan, obreros que no trabajan, defraudadores profesionales, vendedores de milagros, comunicadores que manipulan o se venden, médicos que inventan enfermedades o se coluden con correligionarios para cobrar comisiones, laboratorios que venden basura médica, ladrones callejeros, policías corruptos, padres de familia irresponsables, borrachos, drogadictos, prostitutas, ganaderos que usan clembuterol, traficantes de personas y pa´ no dejar de lado y hacer menos, destaco a todos esos santificados que diciéndose ministros del Señor violentan niños, mienten, manipulan y buscan poder terrenal antes que cumplir sus juramentos de servicio al prójimo y a Dios.

R- Guau, parece que ahora si nos entendimos, mi ínclito humano. La coincidencia respecto a la dificultad de combatir la corrupción, innata en el Ser humano, parece imposible, o como dirían los chavos: ¡Ta´ cabrón!

S- Me queda claro el tamaño del reto y creo que va a ser una tarea de la que podremos esperar resultados paulatinos, es decir, que veremos la reducción de la corrupción poco a poquito, no de un jalón y no los de nuestra generación, por lo mismo que expresas.

R- Grrr, una vez aclarado el punto, mi Santias: ¿Cuál sería el camino para iniciar el combate a la corrupción de tus congéneres?

S- Desde mi punto de vista y repitiendo la propuesta de mi cuate Faustino Castro, fundador de la Universidad de Zamora: Educar a cada persona para que reconozca su propio valor; solo así, sabiendo lo que cada uno valemos, entenderemos que corrompernos por cacahuates (dinero, poder, posesiones, reconocimiento, aplausos, etc.), es una estupidez… Y no olvidar que vamos a morir, por lo que acumular dinero o poder a lo pendejo, no es inteligente, ya que nada nos vamos a llevar… ¡Así de sencillo!