Se presentaron esta semana los resultados definitivos del Censo Nacional de Alumnos, Maestros y Escuelas de Educación Básica y Especial (CEMABE) realizado durante 2013 por el INEGI en coordinación con la SEP, con el objetivo de conocer a detalle las condiciones de las escuelas del país. Indudablemente su consecución es un logro ciudadano, que en Michoacán tuvo antecedentes con la constante exigencia del padrón estatal de trabajadores de la educación realizada desde 2009 por Mexicanos Primero.

Los resultados nacionales son indignantes, peronuestra entidad una vez más resultó estar en los últimos lugares en diversos rubros, comenzando por el hecho de que apenas se censaron 5 mil 837 centros de trabajo, quedando al margen 6 mil 587 planteles. Si partimos de la premisa de que generalmente los más renuentes a ser observados no son precisamente aquellos que tienen la casa en orden, debemos considerar estos resultados como apenas la punta del iceberg de la educación michoacana. Del total de los rechazos a ser censados a nivel nacional, nuestra entidad aportó el nada honroso 27.3%.En cuanto a personal, los trabajadores michoacanos censados fueron 39 mil 882, constando en documentos que faltaron 45 mil 027.  Respecto a alumnos, la cobertura del censo fue de 398 mil 053 escolapios, restando 561 mil 663 de haber sido contabilizados.

Es preocupante que en 85 de los 113 municipios hubo 50% o menos de planteles que aceptaron ser censados, siendo los más reluctantes a brindar información los ubicados en Briseñas, Chilchotay Nahuatzen, en donde se logró el 8.3%, 5.71% y 4% de aplicación respectivamente.Los municipios que fueron mejor censados fueron Áporo, Nocupétaro e Irimbo, con 85%, 82% y 80% de aplicación respectivamente. Solamente 9 municipios superaron el 70% de planteles censados, entre ellos Morelia, en donde se logró que 914 de mil 277 escuelas aceptaran brindar información.

Las condiciones de las escuelas michoacanas son francamente desoladoras. Solamente el 53.6% de las escuelas poseen equipos de cómputo, el 25.7% de servicio de Internet y un 27% de línea telefónica.En cuanto a las aulas, 89.5% de las mismas poseen pintarrón o pizarrón; 73.7% escritorio para el maestro; 75.4% silla para el maestro; 82.7% poseen muebles para que los alumnos se sienten y 83.7% muebles para que los alumnos se apoyen al escribir. Resulta asimismo revelador que 3 de cada 10 preescolares, primarias y secundarias en Michoacán están radicadas enconstrucciones adaptadas para fines educativos. En suma, solamente dos de cada tres alumnos michoacanos de preescolar, primaria o secundaria estudian en escuelas construidas para fines educativos.

Respecto a servicios de que disponen los planteles escolares, en preescolar solamente 64% de las escuelas cuentan con servicio de agua, 56% con drenaje, 75% con energía eléctrica y 81% con baños o sanitarios de alguna índole. En primaria, 61% de los planteles cuentan con agua, 57% con drenaje, 82% con electricidad y 83% con baño. En secundaria, solamente 65% de las mismas cuentan con servicio de agua, 55% con drenaje, 89% con energía eléctrica y 87% con baño.

La inclusión sigue siendo un tema pendiente: apenas el 51% de la población de 3 a 22 años con discapacidad asiste a la escuela y 2 de cada 5 personas mayores de 65 años son analfabetas, habiendo solamente uno de cada 9 concluido la secundaria. Esto asimismo aplica para la brecha tecnológica, en donde el analfabetismo digital aún no está ponderado en la entidad, pero que el censo de 2010 refleja en las cifras que señalan que solamente 20.8% de los hogares cuentan con computadora y 13.2% con servicio de Internet.

En cuanto a protección civil, las escuelas michoacanas son auténticas bombas de tiempo: solamente uno de cada cuatro preescolares cuentan con rutas de evacuación, señales de protección civil, zonas de seguridad o salidas de emergencia. El porcentaje no se modifica mayormente para primarias ni secundarias estatales, llegando apenas al 30%.

En suma, en cuanto a condiciones de las escuelas, los resultados arrojados por el CEMABE  son inaceptables y evidencian la simulación que ha existido durante décadas en el sistema educativo, ya que éste en absoluto garantiza hoy la movilidad social en Michoacán, ni tampoco puede garantizarse que sea soporte del desarrollo, ni de los sueños y aspiraciones de más de tres millones de niños, jóvenes y padres de familia que febrilmente buscan construir su futuro cimentado en el fango de la corrupción y la opacidad.

Continuaremos en otra oportunidad analizando quiénes son nuestros maestros de acuerdo al CEMABE. Mientras tanto, sus comentarios son bienvenidos en doctorado@gmail.com y Twitter: @Erik_Aviles