Café para todos

La frontera sur de México es una de las grandes regiones olvidadas de México. Desde hace mucho tiempo se sabe que es una zona muy porosa, por la cual se filtra toda clase de delincuentes y se realiza un intenso trasiego de todo tipo de mercancías. También por ahí entran diariamente miles de indocumentados en busca del cada vez más distante sueño americano.

La frontera sur de México mide unos mil 200 kilómetros y representa casi un tercio de la norte, de más de 3 mil kilómetros. A diferencia de la frontera norte, colindante con Estados Unidos, los confines meridionales del país, que limitan con Belice y Guatemala, no son tan  vigilados y hay hasta cierto punto un gran descontrol.

Solo la colindancia de Chiapas  mide 654 kilómetros, la de  Tabasco 108 y la de Campeche 194.

Entre México y Guatemala existe por lo menos una decena de cruces fronterizos, pero se sabe muy bien que los indocumentados entran por aquellos lugares escasamente vigilados, que se ubican en la zona del Río Suchiate o a través de la selva del Petén.

Desde hace varios años, las peculiaridades de la frontera sur, que en muchos tramos parece “tierra de nadie” han posibilitado que la delincuencia organizada cree santuarios desde donde irrumpe mediante con grandes cargamentos de droga que son trasladados desde Centroamérica hasta Estados Unidos.

El resultado ha sido una creciente violencia en la región y la presencia cada vez mayor de cárteles como Los Zetas en Guatemala y Honduras.

Por todo eso, es loable que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, haya anunciado la adopción de un programa integral para atender y combatir la problemática de la delincuencia organizada e impulsar el desarrollo en la región sur-sureste, a fin de establecer mecanismos de control para identificar quién entra y quién sale del país.

Durante la “Reunión de Seguridad Frontera Sur” que recientemente tuvo lugar en Tapachula, el funcionario explicó que se pretende dialogar con los países de Centro y Sudamérica para establecer políticas integrales que atiendan las dificultades que se presentan con la población migrante.

En la reunión estuvieron presentes, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda; de la Comisión Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb; el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, y la subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Segob, Mercedes del Carmen Guillén Vicente.

También estuvieron presentes los gobernadores Arturo Núñez de Tabasco, Javier Duarte de Veracruz, Fernando Ortega Bernés de Campeche, Roberto Borge Angulo de Quintana Roo y Manuel Velasco Coello de Chiapas.

Acertadamente, Velasco Coello reconoció que “esta frontera siempre fue una frontera olvidada”, y se congratuló que ahora exista interés del actual gobierno por atender la problemática, en donde prevalece un solo objetivo en común que es “construir una frontera más segura, ordenada y más prospera. Esto no es solo un asunto federal, es un asunto que nos une por arriba de colores”, agregó.

Cada año se calcula que unos 350 mil centroamericanos intentan emigrar a Estados Unidos a través de México, y la mayoría lo hace por un afán de mejorar sus duras condiciones de pobreza, aunque otros más, por la situación de violencia que enfrentan en sus comunidades.

Pero en el trayecto hacia el paraíso terrenal enfrentan el infierno, en el cual las figuras diabólicas están representadas por las pandillas de Maras o las bandas del crimen organizado como Los Zetas, que los secuestran, extorsionan y asesinan.

Es bien sabido que el mayor peligro que enfrentan está representado por el crimen organizado.

El 23 de agosto de 2010, en un rancho de la localidad de San Fernando, estado de Tamaulipas, fueron asesinados 72 migrantes centroamericanos que previamente habían sido secuestrados, cuando se dirigían a la frontera con Estados Unidos.

Los viajeros también enfrentan vicisitudes como las amputaciones y heridas que sufren debido al hecho de viajar en los lomos de la mal llamada “Bestia” -bautizada así por quienes hacen el periodismo amarillo y sensacionalista de Televisa-, el ferrocarril que desde hace más de 50 años los traslada desde Chiapas hasta Veracruz, y que fue conocido con el nombre de “pollero”, porque efectivamente trasladaba a los “pollos”, como coloquialmente se les conoce a los centroamericanos ilegales.

La Fundación Heritage ha documentado que sólo un refugio -el Albergue  Jesús el Buen Pastor del Pobre y el Migrante en Tapachula-, entre 1992 y 2006, atendió alrededor de 5 mil personas heridas.

Pero también los centroamericanos son víctimas de funcionarios corruptos de migración mexicanos que los hacen blanco del “uso excesivo de la fuerza y detención arbitraria”, de acuerdo con Amnistía Internacional.

LA ZONA SUR ES UNA BOMBA DE TIEMPO

La zona sur pues es de alta prioridad y debe ser considerada un tema de seguridad nacional. No se puede permitir que siga estando a merced de bandas criminales y que el gobierno haya cedido el control de esa región a grupos de delincuentes.

Ya lo han dicho prestigiados investigadores: la frontera sur de México es una bomba de tiempo y no se puede dejar a la buena de Dios.

Un simple dato es elocuente sobre la situación que impera en la zona: a diario ingresa todo tipo mercancía de contrabando a México través del río Suchiate, en balsas hechizas y a hombros de guatemaltecos y mexicanos.

Estos productos se venden en unos 30 municipios de la región y constituyen no sólo una competencia desleal para los comerciantes locales, sino también representan problemas de salud pública porque se trasiega ropa, calzado, legumbres, ganado y otros productos sin supervisión sanitaria ni aduanera.

Según informes de la VII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con sede en Tuxtla Gutiérrez, la banda de Los Zetas es la responsable de las redes de contrabando de mercancías, combustible e incluso de personas en la frontera. La mercancía ingresa en pequeñas cantidades como “contrabando hormiga”.

Según la Cámara de Comercio en Tapachula, el ambulantaje tan sólo en esa ciudad fronteriza se duplicó en los últimos 3 años. No es gratuito que la Armada de México haya anunciado el sábado pasado, el “sellamiento” de la frontera sur, por medio de 5 estaciones navales.

El jefe del Estado Mayor de la Armada de México, vicealmirante Joaquín Zetina Angulo, afirmó que ante la porosidad de la franja limítrofe con Guatemala y Belice, se decidió actuar en forma conjunta con las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Gobernación, el Instituto Nacional de Migración, “y todas las dependencias que tienen que ver con el combate al tráfico de drogas, armas, seres humanos, mercancías y de otros delitos”.

También participan los gobiernos de Guatemala, Belice e incluso Estados Unidos, como parte de los acuerdos bilaterales en materia de seguridad que tiene México con esas naciones, indicó.

La primera estación naval se instalará, una en Frontera Talismán -a unos 15 kilómetros de Tapachula-, cuyos trabajos ya iniciaron, y el resto se hará posteriormente.

La frontera sur no es la única zona olvidada de México pero sí una de las más importantes. El gobierno no se puede dar el lujo de dejar descubierta esa región estratégica porque si bien no ingresan por ahí los grandes contrabandos de armas, sí lo hacen todo tipo de mercancías ilegales así como de drogas y personas que de muchos modos alteran la normalidad del país.

Aclaro: no se trata de colocar barreras o muros como los que ha erigido Estados Unidos en sus límites con México, pero sí de fijar un mínimo de controles que permitan mantener a resguardo la soberanía nacional.

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GRANOS DE CAFÉ

La determinación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de condonar más de las tres cuartas partes de la deuda de 203 millones de pesos que el municipio de Naucalpan arrastraba desde el 2006, puede ser un muy buen augurio para muchos otros ayuntamientos del país que están agoviados, por imposibilidad de pagar millonarias sumas por concepto de Impuesto Sobre la Renta al Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Este puede ser, insistimos, un buen signo para miles de municipios que ahogados por las deudas,  contraídas y heredadas, tienen nula capacidad de operación por la insuficiencia de recursos presupuestales para atender las demandas de sus respectivas comunidades.

Esperemos que no se trate de un privilegio hacendario con dedicatoria para uno de los municipios mexiquenses más ricos e importantes del país, y que la condonación de 178 de los 203  millones de pesos que adeudaba, siente precedente, especialmente para ayuntamientos que perviven en la precariedad, incapaces de afrontar compromisos financieros para soportar la obra pública.

Naturalmente no puede soslayarse que la inversión pública federal es crucial  para apoyar cualquier proyecto de desarrollo local, pero la semilla de toda obra nace en el municipio y ayudarlos con  sus adeudos fiscales, es un buen principio.

…Este jueves conviviré con mis colegas periodistas de la Aprytcch en la ciudad de Tapachula. Participaré dentro de los festejos organizados por la agrupación, para conmemorar el Día de la libertad de expresión 2013, que de hecho dieron comienzo desde el pasado lunes en el Centro Universitario Interamericano, con la presentación del libro “La niñera del diablo” de Óscar Ballinas Lezama.  Ayer, Mario Ruiz Redondo habló sobre el tema “La libertad de expresión en Chiapas” en la Universidad Valle del Grijalva y hoy Alfredo Palacios Espinosa presentará un texto de corte político, titulado “El heredero y el miedo”.

Así, en las instalaciones de la Universidad Salazar, a partir de las 10:00 horas abordaré el tema de la libertad de expresión en México, ante un grupo de estudiantes de periodismo y ciencias de la comunicación. Los actos conmemorativos organizados por la la Aprytcch tendrán continuidad el viernes a las 8:30 horas en la rotonda de la libertad de expresión, en honor a Belisario Domínguez, donde se efectuará un homenaje al prócer chiapaneco…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección [email protected]