En 9 días, una misión imposible

“Urgente”, la reforma electoral

Pero los diputados y senadores de esta LXII legislatura ni sudan ni se acongojan, a sólo 9 días de que concluya su periodo ordinario de sesiones. Y aunque todo lo hagan “al chilazo”, no podrán dar buenas cuentas de todos los importantísimos pendientes que tienen: reforma político electoral, reforma de telecomunicaciones, reforma energética, competitividad, protección de datos y reforma política del Distrito Federal.

Aunque son tan bárbaros e irresponsables que al final del día son capaces de aprobar las leyes secundarias de las reformas mencionadas por la vía del flashazo, como lo han hecho con otras no menos importantes reformas; bueno, con todas. Se fueron tan campantes de vacaciones santas y están retornando a penas, flojerosos; algunos y algunas, aún con la resaca sacrosanta de la crucifixión. Pero ahora nada más les quedan nueve días naturales para sacar las leyes secundarias, aunque la que es más digamos urgente (nada es urgente en este mundo, salvo la acción de la cruz roja o la de los bomberos) es la ley electoral y todas las relacionadas con el accionar del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía para delitos electorales.

No hay que olvidar que ahora el INE organizará y sancionará los procesos electorales federales, estatales y municipales, por obra y gracia de los legisladores. Ya no les convenció el IFE y ahora le cambiaron de nombre para que sean nacionales el control o el descontrol, las malas cuentas, las caídas del sistema, los fraudes cibernéticos, y toda la humareda que se desparrama por los cielos en tiempos electorales.

Es de suponer que ya está más que elaborada la legislación que sustituirá al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, el Cofipe. Estamos exactamente a seis meses de que se celebren los procesos electorales del año venidero en varios estados de la federación y en la Cámara de Diputados. Y esa legislación es la que tienen prioridad en el trabajo legislativo. El resto va a ser difícil de sacar, aunque, como hemos dicho, los legisladores son capaces de todo, no por responsables y conscientes sino por todo lo contrario.

Deberían mejor decidir los coordinadores un periodo extra en el mes de mayo para que no sean acusados de ligeros e irresponsables. Un periodo en el que podrían aprobar la de telecomunicaciones, que está ya muy manoseada en el Senado, y la energética, que de un momento a otro tiene que enviar el ejecutivo al Senado. Lo demás es pan comido.

Algunos dicen que todo está atorado porque no hay acuerdos entre los coordinadores partidistas tanto en la de diputados como en la de senadores. Pero eso nunca ha sido problema. Al final del día el acuerdo lo toma la mayoría que es oficialista. Dicen que ahora el balón está en la cancha del Senado.

La reforma política del Distrito Federal también es de primer orden. Pero seguramente no saldrá en este periodo, salvo que ya esté afinada y aprobada en Los Pinos. Si es que el ejecutivo está dispuesto a otorgarle autonomía a la zona en donde está asentada la capital de la república, que es gobernada por el Partido de la Revolución Democrática.

En otro frente, como dice mi tocayo Paco Cárdenas Cruz, el empleo formal creció en 108 mil 726 plazas, que fueron las que se inscribieron en marzo en el Seguro Social (IMSS), el doble de puestos de trabajo que en marzo de 2013. Este movimiento no quiere decir nada, y menos que los empleos sean buenos, aunque los oficiales de Hacienda lo pretextan para presumir de que la economía va recuperándose, lo cual tampoco es cierto. Usted lo puede corroborar en su cartera.