UGC, el objeto del deseo
No me queda duda, tenemos tres pandemias; la corrupción, la pobreza y la falta da raciocinio a nivel nacional…
Creo que considerar a la corrupción como una pandemia en México, no es exageración; desde el taxista que quiere cobrar un poco más, pasando por el policía de tránsito o federal que pide mordida, sin dejar de lado a burócratas ineficaces o abiertamente corruptos; México se bate en la corrupción de todos en todos los niveles y en todas las actividades (salvo honrosas y muy escasas excepciones)… Lo sé, la corrupción incluye también a empresarios evasores de impuestos o explotadores de su gente o abusivos cual banqueros en México; como sé que se da en militares y políticos que reciben “cuota” de narcos, más congresistas que piden “moche” o funcionarios “asociados” con empresas para quedarse con los contratos de empresas y gobiernos ¡Sí!, lo sé, ya a estas alturas señalar la corrupción de partidos, de líderes sindicales y de “otros líderes” o la corrupción de guías morales con vocación de violadores o encubridores ¡Está de más!, y sería redundante, por eso no los menciono. El punto es, una vez puestos de acuerdo todos en que la corrupción es una pandemia: ¿Qué hacer?…
Antes de entrar en las propuestas para combatir la corrupción, hablemos de las otras pandemias; empecemos por la pobreza. La pobreza es el resultado natural y previsible de un modelo socio-económico orientado al consumo y a la mentada “competencia” regida por la falacia del mercado, excusa para lavar las conciencias de buenas almas que haciéndose pendejas, ven como maximizar utilidades jodiendo al prójimo. Decía que la pobreza es el resultado del modelito que en forma inmoral permitieron que tomara carta de naturalización en México los políticos, los empresarios y los gobernantes, ayudados o empujados por inversionistas extranjeros abusivos, gandayas, inmorales y depredadores,… que encontraron en el Presidente de México y su séquito, de cualquier color, una comparsa que por cacahuates vende las riquezas de todos los mexicanos bajo la figura de Reformas modernizadoras, amparados en una cámara de diputados conformada por más o menos 483 vividores y deshonestos, de los 500 que la integran, y un senado constituido por más o menos 118 vende patrias, de los 128 que cobran por defender el interés nacional, o sea, el “supuesto” interés del pueblo de México. Lo que nos lleva a la tercera pandemia de la lista…
¡La falta de raciocinio!, o la incapacidad de pensar del pueblo de México. ¡No!, no es una tara genética, es decir, no nacemos con la maldición de ser idiotas, sino que conforme de niños pasamos a adolecentes, por comodidad y flojera, derivado de la irresponsabilidad de los padres mexicanos, aunada a un modelo de corrupción educativa (pública y privada) que promueve la búsqueda de título$ y certificado$, sobre el aprendizaje y el interés de saber, de conocer y de Ser;… que permitimos que el sistema, apoyado en medios impresos y televisivos y ahora reforzado por el Internet, moldeen el pensamiento de los mexicanos y nos conviertan en borregos consumidores y buscadores de placeres ficticios, cuando no de drogas y alcohol; lo que de manera natural nos lleva a deshumanizarnos, a tener vidas vacías que queremos llenar con dinero y poder (comprar-consumir-desechar-controlar-abusar-sentir y explotar al prójimo), y a destruir todo en la búsqueda de satisfactores: sea el tejido social, sea el medio ambiente, sea el de enfrente o sea nuestra propia dignidad de hombres y mujeres libres y pensantes.
Si hasta aquí estamos de acuerdo con el diagnóstico (se reciben propuestas en: [email protected], mentadas de madre en la siguiente ventanilla por favor),… decía que si estamos de acuerdo, lo racional, lo lógico, lo sabio, sería preguntarnos: ¿Cómo combatir estas pandemias para reconstruir a nuestro querido México?, hoy en riesgo de ser ofertado a intereses extranjeros por los Santa Anna´s del presente, lo que sentenciaría a nuestro pueblo a la esclavitud disfrazada de empleo´s de inversionistas extranjeros… Para ello, para combatir la corrupción y la pobreza y recuperar a México de la dependencia de los intereses de extranjeros tengo una propuesta: ¡Despertar a los mexicanos!, sacarnos del letargo que implica el aceptar ser estúpidos en forma consciente o inconsciente y rescatar nuestra capacidad de razonamiento para que, siendo seres pensantes de nuevo, como sociedad inteligente nos organicemos para combatir la corrupción, lo que traería como resultado un cambio de modelo alternativo al neoliberal que nos alejaría de la pobreza, para empezar, con un interés nacional y nacionalista, la reconstrucción de México… ¡Así de sencillo!