¿Quién ejerce el poder?

Hablar de los personajes que aparecen en los cortometrajes, empieza a resultar ocioso, la sociedad se da por enterada que los individuos que en ellos aparecen son de cualquier color, también la sociedad está consciente del vicio del proceso 2011; ningún color se salvó de ser captado en formatos de audio, imagen o video, esos colores como instituciones públicas prueban la hipótesis del estado fallido, ello porque el sistema político mexicano está sostenido en los partidos políticos.

Ahora la trama es de dónde salen las filmaciones, cualquiera pudiera señalar que es el propio Estado quien las tiene y las va haciendo públicas de manera dosificada y facciosa, esto como medio de control político sobre los funestos políticos beneficiados del proceso 2011, sin embargo, empiezo a creer que ese control es compartido.

Los cortometrajes, empiezan a tomar una tonalidad de control no sólo del Estado, sino del origen de los mismos, las imágenes se han convertido en un elemento de poder en la entidad, pero también muestran que los enviados del centro no lo tienen del todo y por consecuencia no lo pueden ejercer plenamente, el propio material se convierte en un elemento que debilita el control de los foráneos, es decir, evidencia su fracaso.

Es probable que algunos hayan acudido voluntariamente, es probable que otros hayan sido presionados, eso en algunos casos se puede descifrar fácilmente, en otros no tanto, lo cierto es que en cualquiera de ellos, los individuos están a la disposición del chantaje político por una u otra parte, lo que los pone contra las cuerdas flojas, porque tienen que decidir hacía donde se corren.

El poder hoy no se deriva de su sesión por parte del pueblo hacía la clase gobernante, eso en estas tierras es meramente teoría universitaria, el poder se ejerce por decisión central y por el origen de los cortometrajes, afirmar que los beneficiados del 2011 o el nuevo responsable (designado por los beneficiados y electo por el centro) de conducir el tren tiene la soberanía, resulta ser una falacia, el poder en Michoacán está compartido, y no lo ejerce el soberano per se o a través de sus representantes, en conclusión, en la entidad los poderes constitucionales no existen.