Libros de ayer y hoy
La violencia en Michoacán ha vuelto a manifestarse fuertemente durante las últimas semanas, ha habido casos de asesinatos, robos de vehículos, toma de carreteras en varios puntos del estado. La tensión y la sensación de inseguridad comienzan a apoderarse nuevamente de la sociedad michoacana, quienes deberán volver a exigir garantías al gobierno estatal y federal para que se vuelva a tomar el control del estado.
En algunos municipios comenzaron las extorsiones nuevamente a los negocios y los empresarios de otros municipios están ahora en la incertidumbre y la preocupación de tener que volver a compartir sus ganancias y recurso destinado para actividades de sus empresas con los grupos criminales. Peor aún, todo este recurso que roban finalmente afecta a todos los michoacanos en el ámbito económico y de desarrollo del estado, ya que mucho de este recurso se genera de los impuestos, sobre todo de empresas que trabajan con gobierno y que esas pérdidas por extorsiones de alguna manera las tendrá que absorber el estado ya que las empresas necesitan de flujo y utilidades para poder existir, y a pesar de las extorsiones las empresas tendrán que encontrar el modo de mantener sus finanzas sanas y esto lo harán a través de incrementar sus precios al estado y/o bajar la calidad de servicios que brindan.
Es momento también de que los michoacanos piensen dos veces en ir a visitar las zonas inseguras del estado, dejar de transitar de noche por estos lugares, se tendrán que volver a tomar más precauciones para evitar ser alcanzados por toda la inseguridad que se vive en el estado.
El gobierno estatal tiene que aceptar las condiciones actuales y no echar en saco roto estas acciones que podrían catalogarse como aisladas, ya que si estas situaciones siguen pasando en las próximas semanas y meses, puede volverse cotidiano y nuevamente un problema que necesite la intervención del gobierno federal y volverá a verse el estado afectado gravemente en su situación financiera, la cual es desde hace tiempo complicada, esto lo agravara y el estado ya no lo podrá soportar; las familias michoacanas han sufrido económicamente, los programas de gobierno no han alcanzado sus metas debido a la falta de recurso y los empresarios e inversionistas se fueron del estado.
Silvano Aureoles debe tomar acciones que eviten que esto siga pasando y no deberá ocultarle la información de esta situación a los michoacanos. Michoacán necesita ser seguro para poder reponerse de todos los golpes y el daño que ha provocado el crimen organizado en el estado.