París 2024 es parte de la fuerza y el trabajo que realizamos: Uziel Muñoz
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de noviembre de 2023.- La violencia contra las mujeres y las niñas es un problema generalizado y persistente que afecta a 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo.5 En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres y las niñas, así como de la Campaña Naranja y bajo el lema de este año ¡ÚNETE! Invertir para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, el Sistema de las Naciones Unidas pone en el centro la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, y la necesidad de generar inversiones significativas para erradicar este flagelo y construir sociedades igualitarias que prevengan, atiendan y sancionen la violencia de género.
Indica un comunicado que a pesar de los avances globales y nacionales para reconocer esta grave problemática y desarrollar medidas para atenderla, a mitad de camino hacia los Objetivos para el Desarrollo sostenible establecidos en la Agenda 2030, no hemos logrado como humanidad poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. En promedio, cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia; en México, unas 10 mujeres son asesinadas al día y 7 de cada 10 han experimentado al menos una situación de violencia a lo largo de su vida. Esta violencia es consecuencia de la desigualdad que enfrentan millones de mujeres en el mundo, y está profundamente arraigada a las normas, actitudes, prácticas sociales y de género que definen relaciones desiguales en la sociedad entre personas, familias y comunidades.
En la misma línea, el impacto que conlleva la violencia contra las mujeres y las niñas en el desarrollo de las sociedades, implica un costo económico estimado en aproximadamente $1.5 billones de dólares al año a nivel global.6 Aun así, solo el 0.2% de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD)7 a nivel mundia,l se destina a la prevención de la violencia de género y dicha financiación suele ser a corto plazo y esporádica.
Ante esta problemática, es fundamental apoyar e invertir en organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres y las niñas, en toda su diversidad. La presencia de un sólido y autónomo movimiento feminista, es el factor más determinante para impulsar cambios en las políticas para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas. No obstante, a nivel global, apenas el 1% de la asistencia pública enfocada a las cuestiones de género está dirigida a estas organizaciones.
Enfocarnos en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas es fundamental. Por estas razones, desde el Sistema de Naciones Unidas y la campaña ÚNETE, hacemos un llamado a los gobiernos, así como a poderes judiciales y legislativos, sector privado, universidades, medios de comunicación y sociedad civil a:
En la misma línea, para poder generar acciones que impacten eficazmente, se debe poner en marcha intervenciones combinadas de empoderamiento económico y social, desde el respeto por la diversidad cultural, y de atención a la violencia de género que enfrentan las mujeres y niñas. El empoderamiento económico de las mujeres, puede servir como factor de protección, mediante el acceso a bienes como la tenencia de tierra y un empleo digno, que les permita prevenir y salir de relaciones abusivas y de situaciones de explotación.
Finalmente, debemos promover el activismo comunitario para cambiar las normas sociales dañinas y transformar masculinidades; promover el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos para prevenir los embarazos adolescentes; fomentar el apoyo a las víctimas y sobrevivientes en toda su diversidad, como las madres buscadoras, las mujeres y niñas migrantes, refugiadas afectadas por el tráfico ilícito y la trata, poner en marcha iniciativas escolares diseñadas para deconstruir estereotipos y normas de género y contrarrestar relaciones desiguales y violentas.