COAHUAYANA, Mich., 21 de marzo de 2019.- En el municipio, persiste el problema de los migrantes del campo que viven en condiciones deplorables en espacios pegados a los cultivos, en un hecho que no ha podido ser superado pese a la existencia del todavía nuevo Albergue para Jornaleros Agrícolas, donde a este grupo de trabajadores considerado vulnerable, se les atiende y apoya en la medida de las posibilidades del ayuntamiento que preside Roberto Nevarez.

Lo anterior fue denunciado por el colectivo Guardianes de la Tierra a través del activista Juan Carlos Marmolejo, quien afirmó que más allá de políticas oficiales, por el simple sentimiento de solidaridad y humanidad, urge que a estos jornaleros agrícolas, trabajadores del campo, chiapanecos, oaxaquitas, y otros nombres más con los que se identifica a estos grupos formados casi siempre por familias indígenas de diversas etnias de México, sus empleadores cuando los contratan consideren también la atención que ocuparán durante su estancia en Coahuayana.

De manera específica, se señaló la existencia de un grupo de jornaleros agrícolas indígenas que viven en las inmediaciones de la localidad de San Vicente, junto a un cultivo de chile, donde más 30 personas viven hacinados en “casas” construidas con rollos de plástico negro, se bañan y lavan su ropa en el canal de riego, hacen del baño en espacios improvisados e inadecuados y al aire libre, cocinan con leña en el suelo y en rústicos fogones, y respiran los químicos suspendidos con los que se tratan los chilares.

Finalmente se expresó la confianza de que en el Ayuntamiento de Coahuayana con el presidente municipal Roberto Nevarez y su distinguida esposa Elsa Radillo apoyarían esta causa porque hay vastas pruebas de ello, empero, se puntualizó, lo quieran reconocer o no, la responsabilidad primaria y principal es de los empleadores.