JIQUILPAN, Mich., 16 de mayo de 2018.- Elementos de vialidad municipal en coordinación con la Comisión Coordinadora de Transporte realizaron un operativo de revisión que dejó como saldo el traslado de siete unidades de transporte público al corralón municipal.

Como ocurre en cada uno de estos operativos, los dueños y sus trabajadores se dieron a la tarea de “guardar” las unidades que circulan con alguna irregularidad “o de plano son piratas, es decir, que no cuentan con ningún documento”, de tal manera que el mencionado operativo puede calificarse de exitoso por el número de unidades que logró sorprender.

De acuerdo a la información proporcionada por las dependencias municipal y estatal, entre las irregularidades encontradas en esta acción hay inconsistencias documentales en vehículos y operadores, de la ruta gris-amarillo Tarase y taxis del municipio de Sahuayo.

Algunos de los operadores de este trabajo de inspección reconocieron que resulta complicado regular la práctica de la ilegalidad en el sector, “ellos mismos se avisan y aunque también ellos mismos se quejan de saturación, entre los operadores se ayudan para que trabajen en estas condiciones. Nosotros seguiremos con los operativos sorpresa, hasta que exista un acuerdo o tomen conciencia”.

Entrevistado a bordo de un taxi que circula de Sahuayo a Jiquilpan, un operador quien dijo llamarse Rubén explicó su manera de entender la situación del transporte en la región: “Todo tiene que ver con la corrupción y la crisis, los partidos políticos y funcionarios se han encargado de saturar el servicio, la mayoría somos empleados y los dueños son quienes pudieron pagar uno, dos o más permisos”.