Lázaro Cárdenas tiene mujeres de acero.

Gerardo A. Herrera Pérez

MORELIA, Mich., 28 de noviembre de 2018.- Desde hace más de nueve años, Mujeres de Acero, antes Mariposas, han logrado impulsar acciones para el fortalecimiento de las mujeres de la zona Costa de Michoacán.

Para Mujeres de Acero, es fundamental trabajar para mejorar las condiciones de vida de las mujeres; reconocen que uno de los principales problemas que aquejan a las sociedades posmodernas es el de la violencia, generada en la mayoría de la ocasiones por masculinidades hegemónicas violentas.

La violencia es un fenómeno histórico que está estrechamente ligado a las asimetrías del poder (el androcentrismo); pero también, al colonialismo, el patriarcado y el mercantilismo. Por lo que la lucha y respuesta de las organizaciones de la sociedad civil debe plantear hacer sinergias que les permita hacer un frente común de cara a la violencia contra la mujer.  En ello, ahora trabajan las Mujeres de Acero, en empoderar, en fortalecer, en construir identidad femenina, más libre, más independiente, con menos tensiones, y de mayor acompañamiento en proyectos de vida con sus compañeros; pero también en donde las mujeres logren acceder al emprendurismo que les de independencia económica. Gran trabajo de Mujer de Acero.

De manera recurrente, las prácticas de violencia no solo se ejercen contra los grupos en situación de vulnerabilidad de nuestra sociedad, como: niños, niñas y adolescentes, también se ejerce violencia contra hombres jóvenes, adultos mayores, indígenas, y otros grupos sociales, como las mujeres que superponen características de edad, credo religioso, político, etnicidad, etc.

Combatir la violencia implica no solo la transformación de las condiciones estructurales de desigualdad e injusticia sino también un compromiso con la modificación de las pautas culturales o sociales basadas en las ideologías machistas, misóginas, homófobas, clasistas, racistas, xenófobas, neocolonislistas, entre otras, que ejercen el poder a través de la interpretación de “nosotros” y “los otros”, y “las otras”, es decir del androcentrismo, del sexismo, y del rol e identidad de género.

Por más de 35 años he venido de manera constante a Lázaro Cárdenas, durante todos estos años la violencia ha estado ahí, siempre presente en la vida social del Puerto y en general de todo México. La violencia acompaña desde siempre a la sociedad y en ciertos periodos históricos se ha reactualizado la violencia. La violencia no se recuerda sino cuando se desborda y  tenemos conciencia de que genera los problemas, cuando de manera súbita expresa situaciones brutales, como los casos de feminicidio, y de feminicidio cometido contra niñas y mujeres jóvenes.

Hoy, 28 de noviembre, con la anfitrionia de la UMSNH,  Mujeres de Acero y la Mesa de Seguridad y Justicia de Lázaro Cárdenas, conmemoraron el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, lo hicieron acompañadas de cuando menos 250 estudiantes universitarios del Campus de la UMSNH, ICEP, IMCED, Universidad Vizcaya, UCLA, entre otras instituciones educativas de nivel superior, además de la asistencia de autoridades estatales y municipales y del Órgano Autónomo de Derechos Humanos.

Le ha tocado a quien escribe, disertar sobre los mecanismos de opresión y la búsqueda constante de la igualdad  tanto en la norma como en las oportunidades. En la disertación insistí que la violencia continúa siendo un fenómeno social en virtud del cual las masculinidades hegemónicas, pero también las masculinidades subordinas y las de complicidad ejercen el sometimiento,  control, disciplina o la regulación del cuerpo o los cuerpos de un grupo social o de una sociedad.

Desde diferentes trincheras se ha querido hacer el abordaje para la atención de la violencia en Michoacán; educación para la paz, la paz social, inclusión y cultura de la paz, convivencia social, así como la implementación de diseño de políticas públicas (igualdad sustantiva), marcos normativos  (leyes antidiscriminatorias  y de prevención y atención para una vida libre de violencia de la mujer) y estructuras operativas: Secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de la Mujer,  Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y su par en Michoacán, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Comisión Estatal de los Derechos     Humanos, el Centro de Atención a Mujeres en Michoacán, Fiscalías especializadas en delitos sexuales, violencia y género, las áreas de Coordinación de Género de las instituciones y los órganos públicos autónomos y los poderes Legislativo y Judicial, federal y local,  y otras instancias públicas y de la sociedad civil organizada;  pese a ello, continua la violencia.

Con el propósito de coadyuvar a contar con instrumentos metodológicos para la atención del fenómeno de la violencia en Michoacán, en el cual se aborden las formas, las intensidades y los ámbitos donde con mayor frecuencia ocurre la violencia hacia los grupos en situación de vulnerabilidad, sobre todo contra los niños, niñas, adolescentes y personas  adultas mayores y en general los jóvenes y las mujeres casadas  con hijos, se requiere de quienes han estado en la plataforma de promover acciones de prevención, atención y seguimiento a los casos de violencia contra la mujer y la familia, sistematicen una propuesta de trabajo que atienda la diversidad de las dimensiones de la violencia y la diversidad de los espacios donde se genera, así como la complejidad de las masculinidades que generan dicha violencia, entre otros aspectos de interés.

El problema no es menor, y se requiere que en el marco de un pensamiento complejo, se pueda diseñar un nuevo paradigma del pensamiento que busque comprometerse con la vida humana libre de violencia, pero al mismo tiempo, que coadyuve a respetar la naturaleza, toda vez que la vida es el eje central de la naturaleza; hoy la violencia no solo va contra el humano, va más allá, va contra la madre naturaleza, quien sufre de devastación en sus aguas, aire y tierra, la biodiversidad y el medio ambiente.

Mi argumento es dejar de pensar sobre realidades de la vida colectiva, en familia, y contra la mujer que discurren sobre supuestos que se mantienen con límites y sin respuestas para atender tensiones y soluciones a la violencia de género y que sea a partir de dichos cuestionamientos pensar el acontecer social de otra manera, más interrelacionada y en su proceso continuo de transformación; insistí en la importancia de pensarnos, en despensarnos, para repensarnos sin violencia y por la igualdad ante las oportunidades.