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VILLAMAR, Mich., 12 de junio de 2016.- Cascos de hacienda restaurados, una de las iglesias más antiguas del país, acueductos y desde luego el paseo de los negritos son algunos de los destinos de una ruta turística recién inaugurada que presumió a propios y extraños, además de medios de comunicación, locales y de Zamora, el presidente municipal del lugar, Joel López Padilla.
Acompañado de Cecilia Amezola, delegada regional de turismo y el subsecretario de desarrollo turístico, Claudio Méndez, el edil aseguró que los recorridos que ahora iniciaron en el marco del programa “hablando bien de…”, tienen mucho futuro en la región ya que se cuenta con atractivos importantes “que muchas veces los propios habitantes no conocen y que ahora podrán disfrutar”.
Reconoció el apoyo de la delegación de turismo, que en el parque recreativo de los negritos hizo la entrega simbólica de doscientos cincuenta mil pesos, para la elaboración del proyecto de desarrollo turístico en este lugar y que tendrá entre otras atracciones, cabañas y zona de SPA. Es de apuntar que este lugar tiene una afluencia importante por la presencia de “barro azufroso”, al que se le atribuyen propiedades medicinales, de ahí precisamente el nombre de los negritos, pues quienes acuden al lugar se hacen mascarillas, que los convierte prácticamente “en negritos momentáneos”.
Durante el recorrido, medios de comunicación y comitiva, entre las que se encontraban funcionarios de las diferentes municipalidades de la región, pudimos constatar por ejemplo, que en Jaripo, localidad con veintitrés comunidades, se encuentra una de las iglesias más antiguas del país, totalmente restaurada y que sólo espera la restauración de un cristo de madera que data del siglo XV, para coronar un atractivo natural del lugar.
Jaripo cuenta con la particularidad que en su totalidad las comunidades que lo componen, son de michoacanos que trabajan en los Estados Unidos, de tal manera que ahora se encuentran completamente vacías, sólo algunas personas mayores, mujeres y niños, en algunos casos, son lo que dan vida al lugar; este fenómeno también ha provocado que sean precisamente los migrantes quienes sufraguen en su mayoría los gastos de las mejoras del pueblo incluyendo la restauración del llamado “Cristo del Perdón” .
Cecilia Amezola dijo a Quadratín, que ya se encuentran tratando con otros municipios de la región para hacer echar a andar este programa “que es muy generoso”, pues produce una importante derrama económica para los municipios , primero con los propios habitantes y luego abriéndolo a todos; “para ello el gobierno de Michoacán a través de la Secretaría de Turismo y las instancias correspondientes como obras públicas etc. están generando los proyectos respectivos de una zona tan rica en atractivos de este tipo como la Ciénega”.