TACÁMBARO, Mich., 16 de julio de 2013.- Una de las historias de amor más famosas e inspiradoras en la vida política de México nació en este Pueblo Mágico, se trata de la vida en pareja del General Lázaro Cárdenas del Río con la tacambarense Amalia Solórzano Bravo, sus huellas humanistas son perdurables en la historia social del país, por eso el pueblo de Tacámbaro les rinde homenaje con la inauguración de un nuevo atractivo turístico y cultural; la Sala Los Pinos, ubicada en la antigua mansión de la Primera Dama, donde hoy se encuentra el Centro Cultural Amalia Solórzano de Cárdenas.

 

De acuerdo con un comunicado de prensa, bajo el slogan: “Del Amor Nacen Los Pinos”, El Ayuntamiento de Tacámbaro que preside Noé Octavio Aburto Inclán, en coordinación con el Patronato del Centro Cultural Amalia Solórzano, encabezado por el ciudadano Fernando Ruiz Santillán, logró la inauguración del espacio donde se reúnen fotografías de Amalia Solórzano desde su adolescencia, hasta el matrimonio con Lázaro Cárdenas, así como ricos textos tomados principalmente del libro escrito por ella “Era otra cosa la vida”. El corte del listón lo encabezó el alcalde municipal y el descendiente del matrimonio homenajeado, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien se dejó invadir por las emociones de los recuerdos para recorrer con los sentidos cada una de las antiguas imágenes de sus padres.

 

La temática de la sala se inspira en la residencia oficial de los presidentes de México, porque su nombre está íntimamente ligado con Tacámbaro, ya que fue aquí donde el general conoció y se enamoró de la bella Amalia, específicamente en la Finca Los Pinos, lugar donde se generó la inquietud y compromiso del Tata Lázaro, manifestada a sus amigos de Tacámbaro: “Miren, cuando yo tenga una casa, por los muy buenos ratos que he pasado aquí con ustedes-aquí conocí a Amalia-le pondré a la casa Los Pinos”Años después, fue elegido Presidente de México y fundó la casa oficial en la Ciudad de México que hasta hoy lleva por nombre “Los Pinos”.

 

Cárdenas a cada paso por la sala mostró una profunda emoción y satisfacción por el viaje realizado en segundos hasta sus años de la infancia y los mejores etapas en la vida de sus padres, con el alcalde Aburto Inclán debeló la placa donde se plasma con claridad que la obra fue posible gracias al programa 3X1 de migrantes, con lo que quedó demostrado que el orgullo tacambarense puede dejar huellas eternas, sin importar las fronteras, cuando se defiende el origen.

 

El Presidente Municipal agradeció la labor comprometida del patronato, del gobierno del estado, del Departamento de Atención al Migrante en el Ayuntamiento y a todos los involucrados para hacer realidad este sueño, destacó que desde ahora el turista sabrá que Tacámbaro  es trascendente en la historia de México, no sólo por todo lo que ya conocemos, también porque hasta en el nombre de la Residencia Oficial de Los Pinos el Pueblo Mágico tiene presencia.

 

En la ceremonia histórica de inauguración destacó la presencia de personalidades como el Octavio Aparicio Mendoza, Coordinador de Planeación para el Desarrollo, en representación del Gobernador Jesús Reyna García; Luis Carlos Chávez, Secretario del Migrante, Marco Antonio Aguilar Cortés, Secretario de Cultura en la entidad; Samanta Flores Adame, Delegada de Turismo de la Región Pátzcuaro en representación del Secretario del Turismo del Estado Roberto Monroy García; Germán OteizaFigaredo, Miembro Honorario del Centro Cultural Amalia Solórzano de Cárdenas; Antonio García Conejo, Valentín Rodríguez Gutiérrez, Ex alcalde, la familia Solórzano, funcionarios municipales e invitados especiales de los tres órdenes de gobierno.

 

La primera impresión en el libro de visitas a la Sala Los Pinos correspondió al descendiente de don Lázaro y doña Amalia, en su último párrafo se lee: “Mi felicitación al H. Ayuntamiento y quienes dan vida al Centro Cultural Amalia Solórzano, por la inauguración de la sala: Del Amor Nacen los Pinos, esfuerzo realizado para el mejoramiento integral de Tacámbaro y los Tacambarenses, con afecto, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano”