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ZITACUARO, Mich., 15 de diciembre de 2014.- El Centro Coordinador de Zitácuaro de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) está en riesgo de desaparecer, porque los recursos que gestiona para obras y otras acciones en comunidades no están aplicándose correctamente y se desarrollan con criterios violatorios del artículo 2 de la Constitución Mexicana que dividen a los núcleos comunales y ejidales del oriente de Michoacán.
El señalamiento lo hizo la autoridad comisarial de la tenencia de Crescencio Morales, al revelar que en los últimos dos años dicho centro coordinador bajó recursos para la construcción de caminos en esa zona que no se utilizaron adecuadamente y ello debe ser investigado por las autoridades estatales y federales competentes.
De acuerdo con Silvestre Chávez Sánchez, comisariado de dicha comunidad indígena, en los últimos 24 meses la CDI desarrolló obras en La Viguita, El Capulín, Río de Guadalupe y Tigrito por un monto de 22 millones de pesos.
Sin embargo, en La Viguita, de un proyecto de construcción de camino de 1.6 kilómetros, sólo se concluyó el 40 por ciento.
En el caso de El Capulín, la vía no tuvo trabajo alguno e incluso se deterioró más.
Para 2014, se presupuestaron 12 millones de pesos para obras en Río Guadalupe y Tigrito de 2.5 y 16 kilómetros, respectivamente, de caminos.
También la segunda etapa de El Capulín por una extensión de 600 metros.
A unos días de concluir 2014, la obra de Río de Guadalupe tiene un avance del 40 por ciento, en tanto que la del Tigrito es de 60 por ciento.
Los pobladores de Crescencio Morales señalan que el director de la CDI-Zitácuaro, Roberto Segura Becerra, es el responsable de esta situación.
Incluso lo acusan de estar jugando un doble papel, ya que por un lado defiende a las empresas constructoras con decenas de pretextos, y por otra parte, en reuniones con las autoridades y la población de núcleos comunales y ejidales, dice lo contrario.
Chávez Sánchez señaló que Segura Becerra está haciendo una interpretación “sui generis” de la Constitución, ya que al gestionar, elaborar, comprar y ejecutar proyectos para las comunidades indígenas del oriente de Michoacán se rige por la cifra de hablantes en los pueblos mazahua y otomí.
“Ese comportamiento está generando peligrosas divisiones al interior de las comunidades”, añadió y advirtió que si Segura Becerra insiste en mantener dicha actitud, “el Centro de Coordinador de la CDI en Zitácuaro podría desaparecer”.
Cabe mencionar que la CDI-Zitácuaro atiende los asuntos indígenas en unos 18 municipios del oriente de la entidad, desde Huetamo hasta Epitacio Huerta.