Preparan 70 actividades por el 483 aniversario de la fundación de Morelia
MORELIA, Mich., 29 de septiembre de 2016.- Se escuchan las siete campanadas de la Catedral Metropolitana de Morelia, que anuncian la entrada de la noche, una noche moreliana para muchos comercios, comerciantes, restaurantes y bares en la ciudad, una noche fría y nublada, previa al 251 aniversario del natalicio de Morelos, el Ciervo de la nación.
A los alrededores del ex Convento Franciscano y la plaza Valladolid se han situado decenas de comerciantes y sus puestos, que buscan hacer su agosto a finales de septiembre, “hay que comer”, dice el señor Augusto, un regordete hombre sexagenario que vende lentes.
La lluvia no ha impedido que familias enteras se den una vuelta por este lugar, hay para todos los gustos; hay fritangas, todo tipo de artículos textiles y “fayuqueros”. Contra todos los pronósticos de seguridad y meteorológicos se vive un ambiente de fiesta.
De pronto la plaza Valladolid parece regresar en el tiempo, a 1985, cuando la fuente no se veía entre tanto puesto. Una señora está esperanzada en poder vender bien, “mejor que el 15, por eso tengo de todo”, dice sonriendo mientras puede leerse en una cartulina “cocas bien frías, aguas bien frías”. Está confiada en que se venderán aunque no haga ni una pizca de calor.
La lluvia ha causado estragos; algunos locatarios en la plaza y en algunas calles aledañas, barren con sus escobas todo en el exceso de agua, tratando de limpiar el paso peatonal para no ahuyentar a sus posibles clientes.
“¡Pásele, pásele, hay lugares, qué le vamos a servir!” gritan por un lado y por el otro también: “¡amiguito, amiguito, una quesadilla grande, aquí tenemos lugares hay varios sabores, pásele por aquí!” gritan a las vendedoras de las mega quesadillas, que son una gran mayoría en la plaza Valladolid.
La marea de comerciantes, puestos y personas inunda el Centro Histórico de la ciudad, sólo será por una noche, a decir de las autoridades. A partir de octubre, Morelia volverá tras la resaca del mes patrio.