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MORELIA, Mich.- 27 de julio de 2018.- La estación de servicio instalada en las inmediaciones del fraccionamiento Villa Universidad inició operaciones, luego de diversos procesos legales para impedir su funcionamiento por la presunta violación de las distancias mínimas que debe tener la empresa respecto de puntos de concentración masiva.
Jesús Ávalos Plata, secretario del Ayuntamiento, refirió que ello ha sido posible, luego que se llevó a cabo una revisión de los metros que separan efectivamente los espacios de concentración de personas aledaños a la estación gasolinera.
Explicó que los actuales propietarios de la estación de servicio aledaña a Villa Universidad presentaron en las primeras semanas de 2018 ante el ayuntamiento de Morelia una solicitud para operar la empresa, con la inclusión de una petición para revisar la negativa que en 2016 emitiera el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) para el funcionamiento de la estación por encontrarse a una distancia menor de la mínima permitida de centros de concentración masiva cercanos.
A través de esta revisión, la Dirección de Orden Urbano, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Metropolitano e Infraestructura, determinó que la barda perimetral de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), una tienda de conveniencia, un centro educativo y un fraccionamiento es superior a lo mínimo requerido por la norma.
Ante este hallazgo, la Dirección de Orden Urbano otorgó las autorizaciones para el arranque de labores de la estación de servicio, entre las que se encuentran el permiso de cambio de uso de suelo y la licencia de funcionamiento municipal.
Cuestionado sobre la inconformidad registrada por vecinos de fraccionamientos aledaños a la estación de servicio, Ávalos Plata indicó que la distancia que separa la gasolinera de estos asentamientos es superior a la demandada por la norma, por lo que no incide en la operación de la empresa.
En 2016 la estación de servicio fue clausurada por incumplir con la normatividad relativa a las distancias que deben existir entre centros de concentración masiva y gasolineras; los propietarios de la empresa mantuvieron su línea legal ante la autoridad local y el TJA con base en el apego de la construcción a los lineamientos exigidos, por lo que ese año se dio por finalizado el proceso.
No obstante, al comienzo de 2018 el municipio conoció que la empresa fue vendida y los nuevos propietarios retomaron la solicitud para operar, si bien en esa oportunidad plantearon su solicitud con base en la revisión de las distancias registradas en referencia de los puntos de concentración de personas.