MORELIA, Mich., 1 de septiembre de 2016.- Un total de 318 comerciantes ambulantes tolerados para operar en el primer cuadro de la ciudad recibieron uniformes distintivos y equipamiento, con el propósito de mejorar el orden, el control sobre el flujo de oferentes y la imagen de la zona ante los paseantes, dio a conocer Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal de Morelia.
Tras la entrega de los uniformes a los vendedores de rosas y globos, así como los aseadores de calzado, que laboran en el Centro Histórico con la tolerancia del municipio, Martínez Alcázar destacó que la verificación de este sector permite evitar la invasión por parte del comercio informal, lo que a su vez implicaría un riesgo de pérdida de la declaratoria por la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) del primer cuadro de la capital del estado.
Agregó que la capacitación para orientar turistas y paseantes respecto de los servicios que se brindan en el área, la localización de los monumentos representativos y la asesoría sobre los atractivos principales de la ciudad acompaña la dotación de equipamiento y uniformes para los vendedores ambulantes tolerados.
Comerciantes no tolerados, en busca de establecerse en el Centro Histórico
No obstante, estos esfuerzos deben reforzarse con el retiro continuo de los comerciantes no tolerados que buscan establecerse en espacios del primer cuadro de la ciudad, a pesar de que sus actividades no están contenidas en el bando municipal que detalla los giros autorizados para operar en la zona.
Tras especificar que el universo de comerciantes ambulantes no tolerados es variable, por lo que se carece de una cifra que permita estimar la dimensión de esta población, Alfonso Martínez explicó que todos los días se efectúan operativos que terminan en el retiro de oferentes que actúan en la irregularidad al no estar previstos sus giros.
En este trabajo, se ha detectado que persiste la presencia de vendedores organizados y procedentes de otros municipios que “se hacen las víctimas” cuando son llamados por los inspectores del municipio a retirarse, además de que inclusive reciben capacitación relativa a tirar su mercadería, lastimar a los inspectores y atraer la simpatía de los transeúntes y la población, mediante redes sociales, lo que ha entorpecido los trabajos de verificación.
En particular, este proceder se ha observado en los comercializadores de chochos y otras botanas en cubetas que circulan por las calles del Centro Histórico, además de oferentes de aguas de sabores y dulces, los que son transportados en carretas.
El edil capitalino solicitó a la ciudadanía comprensión ante el retiro de estos oferentes, debido a que con su actividad colocan en riesgo el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado a Morelia, un daño que repercutiría en la población en general, el sector turístico y los comercios del área.