Agregó que el nivel de seguridad del embalse es del 90 por ciento, por lo que aún se cuenta con un “colchón” que permite garantizar que la captación de agua no representa amenaza para la seguridad de las poblaciones aledañas.
Asimismo, especificó que los ríos al interior de la capital del estado se mantienen entre un 10 y un 20 por ciento de su capacidad, por lo que aunque el monitoreo de las condiciones meteorológicas y la proyección de las precipitaciones pluviales continuas no se ha observado un peligro inminente de desbordamiento.
Ramírez Canals precisó que la mayor preocupación del municipio, en el punto más elevado de descarga de agua en la temporada de lluvias, radica en la acumulación de basura que se ha encontrado en coladeras y alcantarillados, ya que ésta ha generado el grueso de los encharcamientos experimentados en las vialidades tras las precipitaciones recientes.
Detalló que es necesario que la ciudadanía contribuya no sólo con no tirar residuos en la vía pública, sino con barrer el frente de sus hogares, ya que a pesar de no residir en zonas susceptibles de inundaciones el agua arrastra la basura a las redes hídricas donde se producen taponamientos.
Agregó que se han privilegiado en esta temporada del año las acciones reactivas, si bien se ha iniciado la planeación para el desarrollo de mecanismos preventivos una vez que concluyan las lluvias.
Entre las actividades de prevención que se pretende implementar en la capital del estado Eduardo Ramírez mencionó la mejora en los procesos de recolección no sólo en el primer cuadro de la ciudad, sino también en vialidades en las colonias y en las cercanías de los mercados y tianguis.